Cuando se entona el nombre de Dios o de uno de los miembros de las huestes celestiales, la vibración del ser se reproduce, con lo que la esencia misma del Ser es atraída hacia el que canta. Por tanto, cuando se usan adecuadamente, las salmodias magnetizan la Presencia, ya sea universal o individualizada, de la Conciencia Divina. | Cuando se entona el nombre de Dios o de uno de los miembros de las huestes celestiales, la vibración del ser se reproduce, con lo que la esencia misma del Ser es atraída hacia el que canta. Por tanto, cuando se usan adecuadamente, las salmodias magnetizan la Presencia, ya sea universal o individualizada, de la Conciencia Divina. |