God Tabor/es: Difference between revisions
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Si los elementales creyeran que pueden ganarse la llama trina, trabajarían diligentemente con vosotros. Pero en algunos casos han perdido toda esperanza de recobrar esa manifestación. Así, como sabéis, los elementales abandonan la pantalla de la vida para no volver jamás, pues no tienen esa llama trina. | |||
Algunas veces gusta ir a los bosques y las montañas del mundo a contemplar el paisaje. Cuando lo hagáis, acordaos siempre de los cuatro reinos de seres elementales y considerad qué podríais hacer y qué haréis con ellos y por ellos<ref>Dios Tabor y la Virgen María, “Help Elementals Gain Their Threefold Flame (Ayudad a los elementales a que consigan la llama trina)”, {{POWref-es|41|46|, 15 de noviembre de 1998}}</ref>. | |||
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Por tanto, queridos de la luz, los que están conmigo, los Dioses de las Montañas, desean expandir en vuestra conciencia un nuevo sentido sobre los «[[Special:MyLanguage/Lonely ones|solitarios]]». «Apartaos. Salid de en medio de ellos y sed un pueblo separado», dice el S<small>EÑOR</small> vuestro Dios. Mientras pertenezcáis al mundo no podréis pertenecer al reino inmortal. En última instancia, uno por uno, todos avanzarán y serán considerados parte de las filas de Dios. Ahora, como los solitarios, uno por uno, en vuestras distintas comunidades, sin desear ser considerados sabios por los hombres sino buscando la eterna ciudad de Dios, como Agustín, el santo de antaño, buscaréis vuestro destino divino<ref>Dios Tabor, 27 de marzo de 1964.</ref>. | |||
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El maestro ascendido Dios Tabor, el «Dios de las Montañas», gobierna las cordilleras de Norte y Centroamérica. El Dios Tabor mide ocho pies de estatura y su fragancia es la esencia de pino. Trabaja de cerca con el Dios del Oro.
Encuentro con el Dios Tabor
En Ascended Master Discourses (Discursos de maestro ascendido), la maestra ascendida Pearl habla de su encuentro con el Dios Tabor, cuando estaba encarnada, habiendo ido a Table Mountain con Rex, Nada y Godfre:
Me sentí impulsada a alejarme un poco, sola, y allí, ante mí, estaba este gran ser majestuoso, el Dios Tabor.
Cuando me habló, me di cuenta (en un destello de sentimiento) de que todos estábamos siendo dirigidos por una poderosa inteligencia, vestida con una resplandeciente forma de luz. Quiero deciros, queridos, que Ciclopea, Arcturus, el Dios Merú, el Dios Tabor y el Dios Himalaya son seres que, cuando se los contempla por primera vez, casi llegan a parecer aterradores por su majestuosidad, su belleza, la intensidad de su luz y la perfección que ellos son. Sin embargo, con todo ese poder grande y maravilloso, son tan suaves como una madre con su hijo a quien ama más que a nada en el mundo. Cuando es necesario, como un destello de relámpago, su ilimitado poder puede ser emitido, lo cual es para realizar un servicio determinado[1].
Vida elemental
El Dios Tabor está muy preocupado por la carga que hay sobre la vida elemental. Él dice:
Llamad a Helios y Vesta para que aparezcan. Pedid mi manto, el manto del Dios Tabor. Sabed y entended, amados, que cuando curáis a los elementales y los lleváis a que comprendan cómo pueden algún día recibir el cáliz de la llama trina, esto verdaderamente supone el mayor regalo que jamás podríais dar a la vida elemental.
Amados, todos estáis muy ocupados. Los Señores del Karma están ocupados. Los jerarcas están ocupados, todos tienen tantas cosas que hacer. Pero debéis deteneros y decir: «No podemos descuidar a la vida elemental. Realmente debemos servir a la vida elemental y llevarla al punto en el que pueda de nuevo creer en sí misma y pedir su llama trina».
Si los elementales creyeran que pueden ganarse la llama trina, trabajarían diligentemente con vosotros. Pero en algunos casos han perdido toda esperanza de recobrar esa manifestación. Así, como sabéis, los elementales abandonan la pantalla de la vida para no volver jamás, pues no tienen esa llama trina.
Algunas veces gusta ir a los bosques y las montañas del mundo a contemplar el paisaje. Cuando lo hagáis, acordaos siempre de los cuatro reinos de seres elementales y considerad qué podríais hacer y qué haréis con ellos y por ellos[2].
Los «solitarios»
En 1964 Tabor dijo:
Esta noche vengo a vosotros para hablaros principalmente de los «silenciosos», esas almas que se han retirado en varios momentos de su vida para comulgar en lugares tranquilos del mundo con el poder que derivaron de su fuente eterna. Innumerables almas benditas como estas enriquecen el mundo…
Por tanto, queridos de la luz, los que están conmigo, los Dioses de las Montañas, desean expandir en vuestra conciencia un nuevo sentido sobre los «solitarios». «Apartaos. Salid de en medio de ellos y sed un pueblo separado», dice el SEÑOR vuestro Dios. Mientras pertenezcáis al mundo no podréis pertenecer al reino inmortal. En última instancia, uno por uno, todos avanzarán y serán considerados parte de las filas de Dios. Ahora, como los solitarios, uno por uno, en vuestras distintas comunidades, sin desear ser considerados sabios por los hombres sino buscando la eterna ciudad de Dios, como Agustín, el santo de antaño, buscaréis vuestro destino divino[3].
Retiros
► Artículo principal: Retiro de Tabor en las montañas Rocosas
Tabor tiene dos retiros en las montañas Rocosas de Norteamérica.
Uno de ellos, que abrió el 14 de abril de 1968, está ubicado en la cordillera frontal de las Rocosas, sobre la ciudad de Colorado Springs. Este foco de la voluntad de Dios forma un arco de llama azul que comienza en el Templo de la Buena voluntad de Darjeeling. Desde este retiro, Tabor irradia la protección del primer rayo a través de las cadenas montañosas de Norte y Centroamérica.
Antes de venir a las Américas, Tabor fue jerarca del Monte Tabor.
Véase también
Notas
Mark L. Prophet y Elizabeth Clare Prophet, Los Maestros y sus Retiros, Volumen 2, “Dios Tabor”.
Mark L. Prophet, 11 de octubre de 1970.
- ↑ “Our Precious Pearl’s Discourse (El discurso de nuestra querida Pearl)”, 6 de abril de 1937, en Ascended Master Discourses (Discursos de maestro ascendido) (Chicago: Saint Germain Press, 1937), pág. 321.
- ↑ Dios Tabor y la Virgen María, “Help Elementals Gain Their Threefold Flame (Ayudad a los elementales a que consigan la llama trina)”, Perlas de Sabiduría, vol. 41, núm. 46, 15 de noviembre de 1998.
- ↑ Dios Tabor, 27 de marzo de 1964.