Angel Deva of the Jade Temple/es: Difference between revisions
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YO SOY el Ángel Deva. Estoy delante de vosotros en una estatura muy grande, porque los devas son seres angelicales que sirven con el reino elemental. Entonces, doy servicio con los elementales constructores del jade y la matriz del jade. Su devoción a los ángeles de la curación es muy grande, ellos los guían en su servicio mientras los elementales crean en el corazón de la tierra y en la roca la sustancia de jade que contiene esa estructura molecular suficiente para la transferencia de la luz curativa. | |||
Y así, el foco de la Madre fue colocado en la tierra de China. Porque este pueblo, amado de la Madre, se habían ganado en eras anteriores el derecho a que esa presencia curativa bendijera su suelo. | |||
Y así me presento ante vosotros, como un ser que trabaja con millones de elementales, enseñándoles cómo mezclar sus energías con las huestes angelicales, sirviendo en cooperación para beneficio de la humanidad, para el equilibrio de las fuerzas de la naturaleza, para la curación de los mismos elementales, para la curación de los ángeles en encarnación, y para la curación de la preciosa humanidad. | |||
El [[Special:MyLanguage/Gautama Buddha|Buda Gautama]] es el patrocinador de nuestro retiro, y está plasmado en el altar sagrado, tallado en el corazón mismo de la roca, el corazón de la tierra que es el jade, hay una gran estatua del Señor del Mundo, el Buda Gautama. Y a través de esta estatua en particular de Gautama está la radiación de la luz curativa del Buda. | |||
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Revision as of 04:20, 16 November 2023
El Ángel Deva del Templo de Jade es el jerarca del retiro de China conocido como el Templo de Jade.
Según la tradición antigua que nos llega de los tiempos en que los ángeles del Templo de Jade caminaban entre las personas y curaban, el jade posee propiedades curativas que son transferidas al cuerpo físico. En la Sala de Jade del Templo damos testimonio de la verdad de esta antigua creencia. El brillo de la llama de la curación pasa por las paredes de jade, que transmiten una sensación de suavidad aterciopelada, de paz y de quietud.
En el templo hay una estatua de un Buda de jade sentado en la postura del loto con las manos extendidas sobre sus rodillas, sosteniendo un foco de la llama de la curación en cada palma: en la palma izquierda, el aspecto femenino y en la derecha, el aspecto masculino de la llama de la curación. Así, la conciencia búdica es andrógina y transmite la plenitud del Dios Padre-Madre a todos aquellos cuya fe les permita estar plenos.
El jade que recubre las paredes del Templo es la cristalización de la llama curativa utilizada por los Hermanos y ángeles de este retiro para atender las necesidades de la humanidad y la vida elemental.
Como regalo a los Guardianes de la Llama, el Ángel Deva y sus legiones erigieron una réplica del Templo de Jade alrededor de La Tourelle durante la Clase de la Cosecha de 1969. El Ángel Deva dijo a los presentes que visualizaran en medio del Templo una gran llama en forma de loto blanco, que creó a partir de la esencia de la aspiración de sus almas como un loto de luz pulsante, y lo condensó en el aura de cada persona que pudo aceptarlo.
Mediante el proceso del pensamiento cósmico», dijo, «podéis crear vuestro propio templo de meditación dondequiera que estéis, y podéis crear este gran loto de fuego blanco en torno a vosotros mismos, una pureza viva de Dios que os aislará de toda la actividad externa de los sentidos. Aun cuando vuestro tubo de luz funciona tan espléndidamente, esto añadirá el poder del Templo de Jade[1].
Dijo que el Templo de Jade existe en la llama de la pureza que usted es cuando entiende la semilla cósmica y la intención cósmica, y opera totalmente unido a la Presencia. Selló los lazos de comunicación entre el Yo Superior y el yo inferior con una capa de jade ígneo, en un flujo constante de realidad cósmica, para mejorar la comprensión del estudiante sobre su verdadero Ser.
En esa misma ocasión, con su impulso acumulado de pureza y curación, bendijo las piedras de jade que usaban los estudiantes. Al establecer esos focos individuales, señaló que el secreto de toda curación es bañarse en el resplandor de la pureza; porque en la llama de la pureza no hay mancha humana.
Respecto a la bendición de las piedras, él dijo:
Comprended que la duración de la carga está determinada por vuestra vida. Porque cada vez que llevéis puesto el jade y vuestros pensamientos sean discordantes o destructivos, eliminaréis un poco de la carga que hoy he puesto en él, y cuando seáis constructivos y aumentéis la esperanza y la renovación hacia Dios y la llama de su pureza, añadiréis al mismo. Se trata de una simple reformulación de la ley de vuestro ser: «Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará»[2].
Con este conocimiento, todos los estudiantes pueden pedir al Ángel Deva del Templo de Jade que cargue sus joyas de jade con su impulso acumulado de pureza y curación.
En un dictado en 1975, el Ángel Deva del Templo de Jade habló de su servicio y su retiro:
YO SOY el Ángel Deva. Estoy delante de vosotros en una estatura muy grande, porque los devas son seres angelicales que sirven con el reino elemental. Entonces, doy servicio con los elementales constructores del jade y la matriz del jade. Su devoción a los ángeles de la curación es muy grande, ellos los guían en su servicio mientras los elementales crean en el corazón de la tierra y en la roca la sustancia de jade que contiene esa estructura molecular suficiente para la transferencia de la luz curativa.
Y así, el foco de la Madre fue colocado en la tierra de China. Porque este pueblo, amado de la Madre, se habían ganado en eras anteriores el derecho a que esa presencia curativa bendijera su suelo.
Y así me presento ante vosotros, como un ser que trabaja con millones de elementales, enseñándoles cómo mezclar sus energías con las huestes angelicales, sirviendo en cooperación para beneficio de la humanidad, para el equilibrio de las fuerzas de la naturaleza, para la curación de los mismos elementales, para la curación de los ángeles en encarnación, y para la curación de la preciosa humanidad.
El Buda Gautama es el patrocinador de nuestro retiro, y está plasmado en el altar sagrado, tallado en el corazón mismo de la roca, el corazón de la tierra que es el jade, hay una gran estatua del Señor del Mundo, el Buda Gautama. Y a través de esta estatua en particular de Gautama está la radiación de la luz curativa del Buda.
Haríais bien en invocar la luz de la estatua del Buda de jade cuando estéis pidiendo curación para vosotros, para vuestros seres queridos y para las multitudes. Pues el amado Gautama ancla aquí una luz verdaderamente milagrosa.[3]
El Ángel Deva también preside en el altar de la Catedral de Llama Violeta.
Véase también
La Catedral de la Llama Violeta
Notas
Mark L. Prophet y Elizabeth Clare Prophet, Los Maestros y sus Retiros, Volumen 1, s.v. “Ángel Deva del Templo de Jade”.