Ra Mu

From TSL Encyclopedia
Revision as of 22:19, 26 April 2020 by Pduffy (talk | contribs) (Created page with "<blockquote>Os pediría que dierais el segundo paso, el de no volver jamás a permitir que vuestra voz quede silenciada por la presión sobre vosotros de cualquier y de todas...")
Other languages:
Monte Shasta

Ra Mu significa rayo de Mu o rayo de la Madre. El maestro ascendido Ra Mu es el Maestro de la Hermandad del Monte Shasta, parte de la Gran Hermandad Blanca. También es conocido como el «maestro de la montaña ». Es el defensor del rayo femenino, alojado tanto en el hombre como en la mujer.

Records of the Motherland

Los miembros de la Hermandad del Monte Shasta provienen de una antigua jerarquía de portadores de luz, disciplinados sacerdotes y sacerdotisas que cuidaban de la llama de la Madre en los altares de Lemuria, o Mu, antes de que se hundiera. Son maestros ascendidos y no ascendidos que guardan la llama de la pureza en la montaña y reciben a los chelas que llegan a la medida de su vara. Son devotos del Buda y su luz. Son monjes zoroastrianos, confucianistas, taoístas y zen. Entonan el sagrado AUM y conocen muy bien los misterios del Cristos en el YO SOY EL QUE YO SOY. La Hermandad del Monte Shasta patrocinó a Godfré Ray King y sus iniciaciones con Saint Germain.

En el monte Shasta, en 1975, el maestro ascendido Ra Mu habló en nombre de la Hermandad del Monte Shasta. Vino a afianzar la luz de la Tierra Madre, la antigua religión de devoción a la Madre eterna como luz blanca. Él enciende en nosotros la luz de la antigua enseñanza de Lemuria, la luz del cuarto rayo que teníamos antes del hundimiento de ese continente.

En 1997 Ra Mu nos exhortó a que hiciéramos la llama violeta para limpiar los registros de Lemuria. La depuración de estos registros debajo del Pacífico es necesaria para equilibrar las costas así como los sistemas planetarios. Ra Mu y los sacerdotes del fuego sagrado prometieron igualar la cantidad de decretos de llama violeta que nosotros hiciéramos, multiplicándola por el poder del diez.

Ra Mu también nos pidió que hiciéramos decretos de llama violeta para la transmutación de los registros del asesinato de la Madre Divina en Lemuria. Explicó que este registro del asesinato de la representante más alta de la Madre Divina en aquella época supone una carga para nuestra civilización. Este registro debe ser purificado antes de que las mujeres puedan elevarse realmente a la plena talla de la Cristeidad y la femineidad.

The science of the Word from Lemuria

En 1981 Ra Mu vino a poner ante nuestra conciencia los antiguos cánticos de Lemuria y la ciencia de la Palabra hablada que allá se practicaba. Él dijo:

Entonad el nombre de Ra Mu. Sabed que YO SOY el Hijo de la Madre y que acudo a todos los que también quieran conocerla como el amado Hijo amado conoce a la amada Madre. Mucho se ha escrito sobre la Madre, tanto en Oriente como en Occidente. Podéis leerlo si queréis. Pero yo deseo familiarizaros con el sendero interior de la vida donde la Kundalini viaja, donde la resurrección es una perpetua fuente del Ser. Deseo sacaros del dolor a la vez que os pediría que siguierais siendo sensibles al dolor del mundo, ya que compartís el cargo de la Madre del Mundo.

Os daría un manto de alegría y un ramo de sabiduría. Os daría sandalias doradas y el Libro de la Ley. Lo escribiría en vuestro corazón. Grabaría al aguafuerte un ígneo soneto de amor por vuestra llama gemela y por vuestro Yo. Haría todas esas cosas, pero debo pediros que deis el primer paso: que pongáis a un lado las anteriores vestiduras y estéis listos para poneros las nuevas.

Os pediría que dierais el segundo paso, el de no volver jamás a permitir que vuestra voz quede silenciada por la presión sobre vosotros de cualquier y de todas las formas de odio a la Palabra misma. La Palabra que fluye de vuestra boca es Madre. La Madre es un fuego devorador, pero no lo temáis, pues vosotros también sois Madre.

I would see you take the third step of integration with the One, of diligent discipleship before the Father and the Son and the Holy Spirit. With the new garment of consciousness, with the pouring of the Mother fire from out the mouth of thy God, and with the Trinity as the road to self-mastery, you will go far, very far with Saint Germain. And I will be there! And I am there, supporting his cause and bringing to the fore the memory of Mu and all of the teachings of the Mother in the temple bearing her name.

Let us move forward!... Let our disciples of the World Mother become aware of the evolution of souls on this planet and of the history of earth from the beginning.

Let us bring forward, then, all that is worth keeping. Let us spare no effort to build her temple. Let us consign to the flame the debris that bears no fruit. Let us harken to the call of Ra Mu from the Inner Retreat![1]

Mount Shasta

Mount Shasta was once the crown chakra of Lemuria. Within the mountain was the physical retreat of the Brotherhood of Mount Shasta. In 1988 Sanat Kumara announced “the withdrawal of the Brotherhood of Mount Shasta from the retreat physical of Mount Shasta. This entire Brotherhood, therefore, does withdraw and does transfer their forcefield and focus both into the Grand Teton and into another area of the northern Rockies.”[2]

The books of Godfré Ray King, Phylos the Tibetan and others have referred to the Brotherhood of Mount Shasta, and many people pilgrimage there seeking the ascended masters. It is important to know that the retreat of this Brotherhood is no longer within the mountain, and unfortunately, those who journey there often find those who profess to guard the strongholds of the mysteries and the I AM Presence, yet who lead them away from the true masters and their teachings.

See also

Brotherhood of Mount Shasta

For more information

Godfré Ray King, Unveiled Mysteries

Phylos the Tibetan, A Dweller on Two Planets

Sources

Mark L. Prophet and Elizabeth Clare Prophet, The Masters and Their Retreats, s.v. “Ra Mu.”

  1. Ra Mu, “You Becoming the All—For Thou Art Mother Also,” Pearls of Wisdom, vol. 24, no. 76, November 1981.
  2. Sanat Kumara, “The Warning,” Pearls of Wisdom, vol. 31, no. 4, January 24, 1988.