El ángel que retiró la piedra
El ángel que retiró la piedra de la tumba de Jesús tiene la tarea de cuidar de los hijos y las hijas de Dios que experimentan las pasiones de nuestro Señor. Este ángel también se ha ofrecido a ayudarnos a retirar las piedras de tropiezo y las rocas del sendero de nuestra vida, especialmente la roca del orgullo. Él nos dice:
¿Queréis que retire vuestras piedras de tropiezo, vuestras rocas de orgullo, vuestras montañas de temor y duda? Si la respuesta es que sí, ¡entonces llamadme! Porque soy el que retira las piedras que impiden que los niños de la luz y los hijos e hijas de Dios vayan derechos hacia la diana que es Sirio, hacia el Gran Sol Central y hacia el sol de Helios y Vesta…
Anotad en vuestro cuaderno como recordatorio que debéis mirar las rocas que tenéis alrededor, y deciros: «Bueno, ¿qué voy a hacer con estas rocas? No puedo moverlas. Jesús necesitó ayuda para mover sus rocas. ¿Quién me ayudará a mover las mías?».
Las personas inteligentes de Saint Germain dirán: «¡Tenemos la llama violeta! Tenemos la alquimia de la transmutación por la llama violeta con la que podemos consumir nuestras rocas de orgullo. ¡Podemos mover esas rocas, como hizo Merlín en Stonehenge hace siglos!». Llamad a Saint Germain para eliminar todo aquello que en vuestra vida os esté impidiendo que prestéis servicio a la Gran Hermandad Blanca[1].
Notas
Mark L. Prophet and Elizabeth Clare Prophet, The Masters and Their Retreats, s.v. “The Angel Who Rolled Away the Stone.”
- ↑ El Ángel que Retiró la Piedra, “Roll Away the Boulders of Pride! (¡Retirad las rocas del orgullo!)”, Perlas de Sabiduría, vol. 40, núm. 28, 13 de julio de 1997.