Confucio

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Confucio

Confucio es el jerarca del Retiro Royal Teton y presta servicio en el segundo rayo de la sabiduría divina. Sucedió al Señor Lanto como jerarca del Retiro el 3 de julio de 1958.

Confucius’ legacy

Aunque ha tenido muchas encarnaciones de servicio a la luz, a Confucio se lo recuerda mejor por sus contribuciones a la forma de vida china. Conocido como K’ung Fu-tze («Filósofo K’ung» o «Maestro K’ung») por sus contemporáneos del siglo V a.C., estableció las bases para la unificación y administración del imperio chino que llegó más tarde. Como brillante filósofo social, económico, político y moral, Confucio puso las bases teóricas que permitieron a China convertirse en una de las civilizaciones más grandes de todos los tiempos. A pesar de la elevación y caída de las dinastías, el estado confuciano prevaleció; y, al final, mediante la expansión de la cultura china, sus ideas fueron aceptadas por toda Asia oriental. Pocas veces ha influido tanto un hombre en tanta gente por un período de tiempo tan grande.

Confucio es respetado como el instructor más grande de China y ha sido adorado como un gran bodhisattva, o Buda futuro. Él creía que el cielo se podía crear en la tierra mediante el ritual y la música. Sus seguidores llegaron a ser conocidos como los Caballeros de las Artes porque dominaron el tiro con arco, la poesía, las matemáticas, la historia, la danza, los rituales religiosos y la etiqueta.

Aunque generaciones posteriores malinterpretaron a Confucio y pensaron que se trataba de un estirado burócrata, Confucio tenía una profunda espiritualidad y visión. Por eso era tan práctico. Confucio enseñó que «el Sendero no puede ser abandonado ni por un instante. Si se pudiera abandonar, no sería el Sendero».Cite error: Invalid <ref> tag; refs with no name must have content A pesar del esfuerzo por eliminar sus enseñanzas, los dichos de Confucio como «las exigencias que hace un caballero son para consigo mismo; las que hace un hombre pequeño son para con los demás»Cite error: Invalid <ref> tag; refs with no name must have content y «los precavidos apenas yerran»Cite error: Invalid <ref> tag; refs with no name must have content, siguen siendo parte integral del pensamiento del pueblo chino.

Main hall of the Temple of Confucius in Qufu, China (birthplace of Confucius)

Confucius’ life

Confucio nació en 551 a.C., una época de gran turbulencia y caos. Su padre, un anciano soldado, murió cuando Confucio tenía tres años de edad. Aunque su familia era pobre, se las arregló para ser un autodidacta. A los quince años de edad sabía que quería ser erudito. Trabajó como ayudante en el templo memorial del duque de Zhou, uno de los más grandes estadistas de la historia de China.

Quinientos años antes, el duque de Zhou, su padre, el rey Wen y su hermano, habían derrocado la corrupta dinastía Shang y habían establecido la dinastía Zhou. Él trajo un conocimiento nuevo de Dios y del gobierno divino al pueblo chino. «Sólo me preocupa el Cielo y el pueblo»Cite error: Invalid <ref> tag; refs with no name must have content, había dicho.

Confucio creía que el duque de Zhou le enseñaba en sueños por la noche. De hecho, Confucio afirmó que él mismo no era un innovador, sólo traía de nuevo el estándar y los principios del duque de Zhou. (El duque de Zhou fue una encarnación del Señor Lanto y se cree que Confucio estuvo encarnado en la época del duque de Zhou y que le ayudó a aplicar sus ideales.)

Confucius presenting the young Gautama to Lao Tzu (Quing Dynasty)

Inspirado por el duque de Zhou, Confucio editó los seis clásicos chinos, que habían sido escritos por el rey Wen. Se trataba del Libro de Poesía, el Libro de Ritos, el Libro de Historia, el Libro de Cambio (I Ching), el Libro de Documentos y el Libro de Música. El Libro de Música, desgraciadamente, se ha perdido por completo.

Hoy Confucio posee la reputación de ser estirado y reservado. Pero no le faltaba sensibilidad. Se cuenta la historia de que una interpretación de música antigua le emocionó tanto que permaneció en un estado de estupor durante tres meses. Cuando finalmente salió del trance, dijo: «Jamás imaginé que la música pudiera ser tan sublime»Cite error: Invalid <ref> tag; refs with no name must have content.

No sabemos mucho de la vida de Confucio. Se casó a los diecinueve años y tuvo un hijo y una hija. Estudió con varios instructores y después reunió un grupo de estudiantes en torno a él. Por un tiempo trabajó como ministro de justicia pero fue obligado a abandonarlo y a exiliarse. Aunque Confucio tuvo setenta y dos discípulos y más de tres mil estudiantes, nunca cumplió su sueño de llegar a ser un gobernante destacado en China.

Durante esta época, la dinastía Zhou estuvo al borde del colapso. El gobierno Zhou había degenerado en un caos y caudillos brutales continuamente luchaban unos contra otros. «Confucio fue el primero en formular una respuesta sistemática a esta crisis de valores», escribe Robert Eno, erudito en el pensamiento chino. «Y la profundidad de su logro se refleja en el hecho de que el primer filósofo de China siguió siendo a lo largo de la historia su filósofo principal»Cite error: Invalid <ref> tag; refs with no name must have content.

Confucio creía que el ritual, o li, podía transformar la identidad propia, la mente propia, el ser propio. «El programa de estudio comienza con el canto de textos y termina con el estudio del ritual li», explica Confucio. «Su importancia es que uno empieza por convertirse en un caballero y termina convirtiéndose en un Sabio»109. Mediante el disciplinado cultivo de li, uno alcanzaba jen, que Eno describe como «el altruista y ético grado de reacción hacia los demás»Cite error: Invalid <ref> tag; refs with no name must have content.

Aunque Confucio viajó por toda China, nunca encontró un trabajo adecuado en el gobierno. Se sintió fracasado y comenzó a lamentarse: «En verdad mi declive es extremo. Hace mucho tiempo que soñé por última vez con el duque de Zhou»Cite error: Invalid <ref> tag; refs with no name must have content.

Confucio no se daba cuenta entonces, pero su espiritualidad era mucho más poderosa que su currículum. Fue vagando por ahí buscando trabajo, pero lo que estaba haciendo en realidad era afianzar su llama espiritual de sabiduría en cada rincón de China. Esa llama inspiró y sostuvo la cultura china durante muchos siglos.

Confucius

Su servicio hoy

Como maestro ascendido, Confucio aún sueña con hacer el cielo en la tierra mediante el gobierno divino. Aunque no pudo hacer realidad este sueño en China, se ve a sí mismo como el abuelo de los Estados Unidos. Con sabiduría práctica y un profundo amor, inspira y guía a sus discípulos que han encarnado en este país. Lanto explica que el lado práctico de la cultura de los Estados Unidos proviene del cuerpo causal de Confucio.

El maestro ascendido Confucio posee una profunda comprensión de la familia como la unidad vital para crear comunidad y una nueva sociedad en la era de Acuario. Nos muestra cómo tomar los patrones etéricos para utilizarlos de formas tangibles con el fin de mejorar nuestra vida cotidiana: patrones de dependencia de uno mismo en Dios, de la familia sagrada y el gobierno Divino. Nos conectamos con los patrones etéricos y precipitamos los ideales etéricos mediante la belleza, la armonía y el orden en la octava física. Por eso la llama de la precipitación es el foco principal del Retiro Royal Teton de Confucio. El color de esta llama es un verde chino, teñido de oro. Esta llama arde en el altar principal del Retiro.

Confucio quiere que le consideremos como nuestro abuelo, que nos apoya y que está lleno de amor. Y como un abuelo, también desea trasladarnos sus sueños para que podamos cumplirlos en su nombre. Anhela construir una sociedad sobre el cimiento del amor, la sabiduría y la voluntad de Dios en la persona y en la familia.

En 1976 Confucio dijo que muchas almas de la antigua China han reencarnado en los Estados Unidos. Las llamó «las apacibles almas búdicas, los diligentes», aquellos que tienen una misión espiritual de establecer los cimientos de la familia en los Estados Unidos. Confucio destaca que ellos entienden la «lealtad básica de la familia, el código ético, la ternura, la dulzura y el deseo de aprender como medio de alcanzar la percepción Divina».

Furthermore, Confucius said, “They have come for an embodiment that their wisdom might be fired with freedom, that they might assist America” as she enters the twenty-first century. Their aim is to turn around a “false materialism” and to manifest instead “an etherealization, a spirituality, a conquering of self, of society and of the energies of time and space.”

Confucius is very much concerned with the affairs of civilization and with the destiny of America:

I am concerned on the one hand with the activities of the masculine ray as that ray has been perverted in China today and as its perversion has also led to the perversion of the feminine ray and the manifestation of the family.

I have seen the corruption in government. It is the same corruption that I witnessed twenty-five hundred years ago—the same corruption, mind you, the same corruptible ones. For the lifestreams who are focusing the energies for the disintegration of the light and of the golden age of China today are the lifestreams who thwarted the cosmic purpose of the Virgin thousands of years ago when my feet touched the earth and the streams of that beloved land of Chin.

I have noticed also that those who are the corruptible ones who have corrupted Saint Germain’s promise for America have come again and again. It is they who were the rats in the granary of Rome and Greece, India, the Middle East. There are always the betrayers.[1]

Confucius has said:

It is only cosmic justice that a balance should be made for the expenditure of every ounce of energy. Through the aeons and aeons of creation, this great law has never been violated with impunity. And those who think they can violate divine statutes have quickly found out upon the cosmic screen of life that the scales of divine justice do act, and that they act wisely and well.[2]

Notas

Mark L. Prophet y Elizabeth Clare Prophet, Los Maestros y sus Retiros, Volumen 1, “Confucio”.

  1. Confucius, “The Golden Light of the Golden Age of China,” June 13, 1976.
  2. Confucius, July 3, 1962.