Séptima raza raíz
Una raza raíz es, un grupo de almas, o corrientes de vida que encarnan en grupo y que tienen un patrón arquetípico, un plan divino y una misión especiales que cumplir en la Tierra. Según la tradición esotérica, existen siete grupos principales de almas, es decir, de la primera a la séptima raza raíz.
La séptima raza raíz es una evolución de almas patrocinada por el Gran Director Divino destinada a encarnar en el continente de Suramérica bajo la séptima dispensación, la era de Acuario, y el séptimo rayo.
La maestra ascendida Clara Louise dice sobre la venida de la séptima raza raíz:
He tenido el privilegio de caminar con el Gran Director Divino; y en mi servicio a la Virgen Cósmica, él me ha permitido contemplar el patrón prístino de su identidad del alma. Y me ha pedido que continúe mi servicio, servicio a la Llama como Regente Madre de la Llama, no solo a favor de las almas encarnadas, sino a favor de aquellas almas que nunca han encarnado en el mundo de la forma. Y así, una parte de mi comunión diaria con Omega es para reforzar el patrón Crístico de la séptima raza raíz dentro de la conciencia de aquellos padres que están destinados a dar a luz a los hijos de la séptima raza raíz.
Algunos de estos padres están encarnados en este hemisferio, de Norteamérica y Sudamérica; y algunos más aún permanecen en los retiros etéricos esperando nacer, para que puedan dar a luz a estas almas dentro de veinte, veinticinco, o treinta años. Y así, al dar a luz a las almas que se están preparando, como pueden ver, pueden recibir a los padres de la séptima raza raíz y convertirse en abuelos de las almas que están por venir.
Y viviréis para verlos. Y cuando os encontréis en esa edad en la que podréis disfrutar de vuestros nietos, veréis gracias a vuestra elevada sensibilidad, lo que habréis ganado en ese momento por vuestra devoción a la Llama, que las auras de estos preciosos seres tendrán un brillo violeta. Y sus mejillas rosadas y el tono delicado de su piel también tendrá un matiz violeta. Y en por esos días recordarán que el 25 de octubre de 1973, cuando acudí a vosotros para establecer la victoria de mi ascensión y sostenerlos en mi abrazo, escucharon mis palabras y mi profecía sobre los que vendrían más adelante.
You see, precious hearts, it will take several centuries before the entire seventh root race is in embodiment. They will come in sections according to the rays under which they serve. The forerunners of the seventh root race are the strong who have etched upon their etheric bodies the flame of God’s holy will. They come imbued with that power to clear the way, to establish the right consciousness of the holy will. And so, you see, in the focus of God’s holy will which you have dedicated, you are likewise reinforcing the will of God on behalf of the forerunners, the avant-garde of the seventh root race.
And next will come those who serve on the second ray, and then the third, fourth, fifth, sixth and seventh. And in this order and by this divine design, the Great Divine Director will sponsor the lifewave. And you will see the pattern of that lifewave at inner levels be as a giant curve until the focal point of the curve, like the trailing garments of the comet itself,[1] will manifest centrally in the Son consciousness. And the Christ consciousness of the seventh root race will come to the fore, then, when each of the seven rays shall have come into embodiment.
You must also understand that light descends and that waves of light come forth within the first wave as representatives of all the seven rays are within the first wave. And thus you see that spirals within spirals within spirals prepare the way for the grand finale of the entire mandala of a root race to appear.[2]
See also
Sources
Mark L. Prophet and Elizabeth Clare Prophet, Saint Germain On Alchemy: Formulas for Self-Transformation.