Ciclo oscuro
El Ciclo oscuro comenzó el 23 de abril de 1969, y marcó el inicio del ciclo del incremento del retorno del karma.
En este período de transición de la era Pisciana a la era de Acuario, la Gran Ley requiere que las evoluciones del planeta Tierra afronten directamente los impulsos acumulados del karma personal y planetario que se habían hecho a un lado durante siglos por la gracia de Dios a través de sus Hijos encarnados (es decir, Jesucristo y otros avatares). Al afrontar la misma propensión a la oscuridad que prevalecía antes del Diluvio, cuando “la maldad de los hombres era mucha en la tierra” y "que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal".[1] Los Señores del Karma decretaron esta acción para evitar un abuso aún mayor de la oportunidad de la Vida y evitar el cataclismo como la consecuencia final de la marea creciente del pecado mundial.
El 20 de agosto de 1969, los mensajeros explicaron que "el retorno del Ciclo oscuro simplemente significa que la mano de la misericordia que por siglos ha estado entre la humanidad y sus obras oscuras ha sido retirada. La ley de Dios brindará un juicio rápido y contundente a aquellos que pensaron que podrían hacer alarde de la ley". No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.[2]
Trazando el Ciclo oscuro en el Reloj Cósmico, colocamos el 23 de abril de 1969 en la línea 12 de Capricornio, avanzando una línea cada año moviéndose en el sentido de las agujas del reloj.
La transmutación del karma del Ciclo oscuro
En su discurso de víspera de año nuevo de 1992, Gautama Buddha, anunció que desde esa fecha en adelante el día 23 de cada mes descenderá sobre cada criatura de la tierra “un polvillo fino… un polvo de karma.”[3] Gautama dijo que mucho de esto se podía transmutar con la llama violeta.
El Arcángel Zadquiel y Santa Amatista nos recuerdan que nos preparemos para el día veintitrés de cada mes:
Es bueno dar llamados extra a la llama violeta el día veintidós y durante el día veintitrés para que podáis transmutar el karma antes de que se asiente en los poros de vuestra piel... El karma es un fino hollín... y se cristaliza a medida que cae, reduciendo las facultades del alma y embotando el cerebro. Y a menos de que estéis alertas, no recordaréis la gran claridad mental y espiritual que teníais antes de que esa capa adicional de karma. descendiera sobre vosotros[4]
Saint Germain nos habla de una dispensación por medio de la cual podemos transmutar este karma:
On the twenty-third of each month an increment of mankind’s karma descends upon every unascended lifestream who is karmically tied to earth’s evolutions. The gravity of this karma cannot be overestimated. The antidote, again, is your violet-flame decrees multiplied by your good works. For the Great Law has spoken:
Those who faithfully give three hours or more of violet-flame decrees on the twenty-third of each month specifically for the transmutation of their personal karma shall clean escape their personal karma of the Dark Cycle for the given month.
Those who faithfully give nine hours or more of violet-flame decrees on the twenty-third of each month specifically for the transmutation of planetary karma shall clean escape the planetary karma of the Dark Cycle for the given month.
This, my beloved, is an unheard-of dispensation! Come hell or high water, as they say, do not allow anyone or anything to stand in the way of your oneness with me on the twenty-third of each month until the hour of your ascension![5]
If we can keep 90% of our focus either on the violet flame or the I AM Presence, we will receive the original fifteen-minute dispensation of Omri-Tas and all other violet flame dispensations that Saint Germain has given. This means that our thoughts, our emotions, and our feelings cannot stray: we must have the one-pointed discipline of seeing the violet flame or seeing a representative of the violet flame.
If we maintain two full hours of at least 90% concentration on the violet flame, we will so multiply our decrees by Saint Germain’s and Omri-Tas’ dispensations that we will have achieved the equivalent of twelve hours and thereby we will realize the transmutation of our personal karma and we will escape the planetary karma of the Dark Cycle for the given month.
See also
Sources
Pearls of Wisdom, vol. 31, no. 27.
Elizabeth Clare Prophet, December 23, 1996.