Cueva de la Luz
La Cueva de la Luz es el retiro del Gran Director Divino en el corazón de los Himalayas, en la India. Su segundo hogar espiritual de luz es la Mansión Rakoczy, en los montes Cárpatos de Transilvania. Chananda es el jerarca de la Cueva de la Luz, que está ubicada en la montaña detrás de su retiro, el Palacio de la Luz.
Propósitos de la Cueva de la Luz
El Gran Director Divino es un gran iniciador en el sendero de la ascensión, y una de las finalidades de la Cueva de la Luz es dirigir actividades para preparar y acelerar a los candidatos a la ascensión. Allí, el Gran Director Divino utiliza su autoridad para purificar los cuatro cuerpos inferiores de los iniciados avanzados de una parte del karma que les queda, darles vehículos purificados para que presten un servicio cósmico en el mundo de la forma antes de que asciendan.
En ocasiones, corrientes de vida no ascendidas son llevadas en sus cuerpos sutiles a los retiros de la Hermandad con el fin de que reciban preparación para un servicio especial en el mundo de la forma que requiera de una fortaleza sobrehumana y de ciertas disciplinas que sólo se pueden impartir a los iniciados no ascendidos en los retiros. Así, Jesús fue llevado al retiro de Lúxor y al Templo del Loto Azul antes de su ministerio final de tres años.
Algunas personas que tuvieron el encargo de salir en nombre de la Hermandad sin haber transmutado su karma restante recibieron la ayuda que Godfre, Rex y Nada Rayborn y Bob y Pearl Singleton recibieron en la Cueva de la Luz, con la que sus cuatro cuerpos inferiores fueron purificados y alineados con el fin de que pudieran ser los receptáculos inmaculados de la conciencia Crística. Cuando esta dispensación se concede a los chelas merecedores, el servicio que les queda por prestar hacia la vida se realiza magníficamente por haberse convertido su conciencia en el perfecto punto focal en el mundo de la forma para la emisión de todo el Espíritu de la Gran Hermandad Blanca. Los milagros, las demostraciones de alquimia y el control de las fuerzas naturales y la vida elemental se convierten en la marca de los que tienen la bendición de poseer la oportunidad de ser «perfeccionados» antes de su última iniciación y la ascensión en la luz.
En The Magic Presence (La Mágica Presencia), Godfré Ray King describe cómo es acompañado a la Cueva de la Luz por Chananda, junto con Rex, Nada, Bob y Pearl. Describe el retiro como una cueva de «maravillosa belleza», con una sustancia cristalina destellante incrustada, similar a la Cueva de los Símbolos en los Estados Unidos. Al adentrarse mucho en la cueva, llegaron a unas puertas de oro macizo. Dentro, tenía la apariencia como el calor blanco de un gran horno. Dos días y dos noches después, salieron de esta Llama Eterna llevando puestos «nuevos cuerpos de duración inmortal»[1].
El Gran Director Divino ha hablado de algunos maravillosos focos de luz que hay dentro de su retiro:
¿Sabéis también que incluso en la Cueva de la Luz, en la India, hay réplicas de magnificencia de luz en relación a la independencia personal y la libertad? ¿Sabéis que las réplicas y los símbolos de luz divina para y en nombre de los Estados Unidos fueron creados por los maestros ascendidos y que son talismanes de gran poder? ¡De esos talismanes, irradiados por seres angélicos y concentrados por un poder más grande que en los antiguos cristales atlantes, se manifiesta la intención del Dios Todopoderoso para este país![2].
La cámara secreta
La Virgen María ha hablado de la Cueva de la Luz como símbolo de la cámara secreta del corazón. La Bendita Madre explica que «sólo en la cámara secreta hay seguridad cuando la confusión exterior prevalece en los siete cuerpos de la Tierra, en las siete capas, incluso sobre la superficie de la Tierra. Por tanto, mi cámara secreta también es una cámara secreta en la gran pirámide, una cámara secreta en la montaña de Dios.
En todas las épocas, la procesión por parte de los iniciados hacia el lugar interior preparado ha significado que ha llegado la hora en la que se produce la gran inhalación para el individuo e incluso la civilización; no la que retrae todo el cosmos, sino esa retracción, amados, de los siete rayos del logro para que puedan ser condensados en el cristal que se forma en el castillo interior.
Llega el momento en que las manifestaciones expansivas del logro, la maestría Divina, incluso la acumulación de la abundancia deben ser condensadas. Y aquello que es el corazón y la esencia de la cosecha se vuelve entonces el núcleo de cristal, más duro que la roca o el diamante. Esta sustancia, amados, comienza a formarse en la cueva de la luz.
Ahora entenderéis el uso que hace el Gran Director Divino del término «Cueva de la Luz». Benditos, su Cueva de la Luz es una consagración al chakra del octavo rayo y la cámara secreta del corazón. No sólo es un lugar seguro, un refugio para la iniciación, no sólo es el lugar donde el alma se pone y entra en [la conciencia Crística], sino que al asimilarla el Cristo, ella y el Cristo se vuelven uno. Así, en la ronda siguiente, al salir de la cámara secreta como de la tumba misma, amados, el alma lo hace como la plena manifestación de Cristo, el Cuerpo y la Sangre de Cristo, el Sagrado Corazón de Cristo.
Así, sed capaces de comprender la enseñanza de una madre en este momento en el que comienza la iniciación de los cinco rayos secretos; cinco niveles, pues, de la cámara secreta del corazón, como cinco cámaras esféricas entrelazadas. Que podáis entrar. Que podáis comprender. Que podáis saber.
Ir al Corazón del Retiro Interno es otra forma de entrar simbólica y real. Benditos, pongo vuestra atención sobre esta iniciación porque llega la hora en que conoceréis el significado de la palabra «seguridad en el arca del SEÑOR». La cámara secreta de mi corazón es el lugar seguro[3].
Asistir al retiro
Muchos maestros ascendidos frecuentan la Cueva de la Luz. Saint Germain pasa mucho tiempo en ella. Chananda nos dice que él también estará allí para darnos la bienvenida, en nombre del Gran Director Divino. Leto también nos llama a ese retiro, describiéndolo como «un hogar de luz del que uno apenas puede desear marcharse. La Cueva de la Luz es un campo energético incomparable, una invitación a poder estar en él vale oro… No olvidéis llamarme en el momento en que viajéis a la Cueva de la Luz y acudiré con ángeles, brillando con una luz morada para llevar en un arco a vuestra alma a la sala especial y la silla especial»[4].
El propio Gran Director Divino nos invita a su retiro, pero nos pide que antes nos preparemos con devoción a la voluntad de Dios. El dice:
Os invito a que vengáis a la Cueva de la Luz cuando estéis listos. Y digo: no vengáis hasta que estéis listos, porque las puertas no se abrirán y la alfombra de recepción no estará puesta a no ser que os hayáis preparado completamente a renunciar a todo, vuestra vida, vuestro servicio, vuestra voluntad dándosela a la voluntad de Dios. Entonces, puede que exijamos que prestéis servicio por un tiempo en otro retiro antes de ser aceptados en la Cueva de la Luz.
Por ello, comprended que las disciplinas de nuestra rama de la jerarquía conllevan asegurar el alma a la dirección divina. Si no podéis escuchar a esa dirección, no estaréis listos para nuestro retiro. Así, como veis, debéis ser instruidos en el desarrollo de las sensibilidades de la conciencia del alma para que podáis estar seguros, cuando el SEÑOR Dios, mediante uno de sus emisarios, coloque la vara de poder sobre vosotros y os dé la clave de luz y la vara de poder para que detectéis esa directriz y la sigáis hasta la plena capacidad de vuestra conciencia.
Así, discernir la dirección Divina es en sí una ciencia y aprenderéis mucho de ella en la universidad de los maestros ascendidos. También aprenderéis en los retiros de la llama violeta, presididos por el Señor Zadquiel y por Saint Germain, pues ellos preparan a las almas para la Cueva de la Luz. Y así, hay que apelar a estos jerarcas. Al acostaros cada noche y abandonar vuestro cuerpo físico, el alma viaja en su envoltura etérica. Y si invocáis a estos maestros antes de marcharos, ellos os guiarán inequívocamente hacia el lugar preparado, el pesebre, el refugio de luz en uno de los retiros de la Hermandad, donde el Cristo puede nacer en vosotros y donde podéis ser portadores del Cristo para toda la humanidad[5].
Notas
Mark L. Prophet y Elizabeth Clare Prophet, Los Maestros y sus Retiros, Volumen 2, “Cueva de la Luz”.
- ↑ Véase Godfré Ray King, The Magic Presence (La Mágica Presencia), 4ª edidión (Chicago: Saint Germain Press, 1974), págs. 392-96.
- ↑ Grand Director Divino, 15 de octubre de 1966.
- ↑ Virgen María, 11 de marzo de 1987.
- ↑ Leto, “Welcome to the Cave of Light (Bienvenidos a la Cueva de la Luz)”, 4 de julio de 1979.
- ↑ Gran Director Divino, 1 de septiembre de 1973.