Celeste
Celeste es un ángel dévico de las huestes ascendidas. Ella salió del Gran Silencio en 1964 para destruir el velo de la noche humana. Habiendo experimentado muchas encarnaciones terrenales y habiendo ascendido por la evolución dévica, trabaja de cerca en este planeta con los reinos angélico y elemental.
Tiene una súplica, que la humanidad reconozca la enorme ayuda que estas evoluciones le dan. Al hombre dice: «Necesitan vuestro amor y vuestra constancia, tal como vosotros lo necesitáis de ellos».[1] Ella nos pide que emitamos nuestro amor y nuestra gratitud hacia ellos así como hacia los Elohim y los arcángeles, y que nos unamos a ella en el llamado a la llama de la libertad del corazón de Saint Germain para que infunda a cada ser elemental de la Tierra con la permanencia de la victoria desde el corazón de Jesús el Cristo.
Celeste nos ha dado una oración para los elementales:
Pido la libertad y la victoria de los elementales de fuego, las salamandras; de los elementales de las aguas, las ondinas; de los elementales de la tierra, los gnomos; y de los seres del aire, los silfos. Y pido a la amada Madre Virgo y al amado Pelleur que su envolvente amor resplandezca ahora desde el corazón de la Tierra y que libere a toda la vida elemental. Acepto esto ahora en el nombre del amado Saint Germain y en el nombre de mi poderosa Presencia Divina. Hecho está.[2]
Notas
Mark L. Prophet y Elizabeth Clare Prophet, Los Maestros y sus Retiros, Volumen 1, “Celeste”.