Palacio de Mármol Blanco
El Palacio de Mármol Blanco es un foco sagrado de la Gran Hermandad Blanca en el corazón de los Himalayas.
Tiene una bóveda central dorada y cuatro minaretes que salen de las esquinas del edificio cuadrado. La principal cámara de consejo se encuentra en el centro, bajo la bóveda, y a derecha e izquierda de la cámara hay salas de meditación con algunos de los focos más poderosos de la Hermandad que hayamos visto en cualquiera de sus retiros en este planeta.
La sala a la derecha de la sala de consejo tiene un altar central grande al final de la pared que está rodeado de asientos en semicírculo, acomodando a varios centenares de personas. Tres llamas adornan el altar, que se eleva en tres niveles. Detrás de cada llama, saliendo de la pared, hay una piedra blanca en forma de llama, pero mucho más grande. Sobre cada una de estas piedras que hay detrás de las tres llamas hay grabados glifos cósmicos que concentran un poder Divino tan intenso que ningún ojo mortal puede contemplarlos y seguir siendo mortal.
Por tanto, sólo los maestros ascendidos tienen permitida la entrada a esta sala de meditación. Tales símbolos son el producto de su meditación, de su contemplación en lo profundo de su interior de la existencia del centro del ser. Ahí están escritos esos símbolos, en el mismísimo núcleo del ser de cada hombre, y salen sólo cuando el individuo alcanza la conciencia Divina como un ser ascendido. Todos pueden tener la esperanza de adorar el corazón del Verdadero Ser en esta sala después de ascender.
Notas
Mark L. Prophet y Elizabeth Clare Prophet, Los Maestros y sus Retiros, Volumen 2, “El Palacio de Mármol Blanco”.