Paz y Aloha

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Paz y Aloha son los Elohim del sexto rayo (el rayo morado y oro) de la paz, la hermandad, la verdadera ministración del Cristo y el deseo de estar al servicio de Dios y el hombre mediante la maestría de la conciencia Crística. Desde su Templo de la Paz, ubicado en los reinos etéricos sobre las islas Hawái, irradian cintas de paz del Cristo Cósmico sobre el planeta entero, como una red de conciencia del Cristo Cósmico. Paz y Aloha concentran las llamas de oro y las moradas como el equilibrio perfecto de los aspectos masculino y femenino de la paz. Los rayos secretos del Poderoso Cosmos están concentrados en su retiro.

Las almas que han de encarnar las virtudes del sexto rayo, la paz, la ministración y el servicio por la vida entera, estudian durante un tiempo en el Templo de la Paz como preparación para su misión. Jesús estudió en ese retiro y el Elohim de la Paz ha revelado que muchos de los dichos de Jesucristo eran suyos. Este Elohim dijo que Jesús aprendió esos dichos «como discípulo del Elohim Paz mucho antes de encarnar como el Príncipe de la Paz»[1].

La llama de la Paz

En 1965 Paz nos dijo que Jesús utilizó mantras para «sostener el equilibrio de las evoluciones de la Tierra». Paz dijo que Jesús con frecuencia hizo uso de esos saludos en honor al nombre de Paz: «La paz sea con vosotros ». «No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino». «¡Tened ánimo; yo soy, no temáis!»[2].

El Elohim Paz ha explicado que «cuando el Maestro Jesús dijo, “¡Paz, aquiétate!”, se trataba de una invocación calculada para atraer de la Divinidad y del poder del Elohim la plenitud de la paz cósmica. A él se otorgó el título de Príncipe de la Paz, pues se asoció para expresar como embajador los aspectos de nuestro cargo»[3].

Paz nos instruye para que también aprendamos a emitir el fuego de nuestro corazón haciendo el mantra: «¡Paz, aquiétate y sabe que YO SOY Dios!». «Aprended», dijo, «a emitir el fuego del corazón, el fuego sagrado, y a ser llenados otra vez… con este mantra»[4].

En 1959 Paz dijo: «Sellad vuestro mundo todos los días… en una cápsula de aceite dorado de la paz proveniente de mi corazón, que como un manto de infinita protección, protegerá vuestro mundo»[5]. Después nos pidió que llevemos diariamente una cantidad de esta paz al mundo de los demás.

El plexo solar es el chakra del sexto rayo de la paz y el que gobierna las emociones. Es el «lugar del sol», el lugar donde la paz del Cristo Cósmico debe establecerse en usted. El Elohim Paz enseña el uso del Gran Disco Solar, un escudo de resplandeciente fuego blanco que se puede colocar sobre el plexo solar para desviar la discordia de otras personas, protegiendo así la paz del mundo de los sentimientos. Él dijo:

Quisiera que aprendierais a engrandecer el poder de ese disco de luz para que no seáis tan vulnerables a las arremetidas de los demás… Cuando la paz desaparece, todo desaparece, y nada queda.

Y sólo cuando alcanzáis el punto en el que, gracias al poder del equilibrio interior, encontráis vuestro equilibrio, el poder de la paz empieza entonces a fluir y vosotros comenzáis de nuevo a construir esos maravillosos castillos en el aire –castillos de esperanza– que bien se pueden materializar en las bendiciones que queréis porque habréis guardado la paz.[6].

El Elohim dijo que visualizáramos el Gran Disco Solar como un escudo grande y redondo de gran blindaje que refleja en todas direcciones la resplandeciente luz del Gran Sol Central.

Él explicó:

Cuando seáis maestros de vosotros mismos como hizo el Maestro Jesús, podréis ir a dormir dejando que otros muevan la barca todo lo que quieran, sabiendo todo el tiempo que el mar es el mar de Dios, que la barca es la barca de Dios, que vuestro cuerpo es el templo de Dios, que vuestra mente es la morada de Dios, que vuestra alma es el alma de Dios, que él manda sobre el viento, que la ola obedece su voz…

Descansad en esa gran tranquilidad cósmica que se niega a espantarse, que se niega a que la disturben, independientemente de las condiciones externas. Y entonces dormiréis durante las tormentas del mundo, o permaneceréis despiertos, pero ninguna os afectará, pues seréis maestros de vuestro mundo[7].

El problema de la guerra

En 1993 Paz y Aloha nos dijeron por qué el planeta continúa teniendo guerras. Ellos dijeron:

Los impulsos acumulados y los registros de guerra del planeta Tierra siguen sin estar transmutados porque muchas de las personas que tienen el regalo de la llama violeta y la ciencia de la Palabra hablada no lo utilizan para transmutar, antes que nada, la guerra en sus propios miembros…

Para producir la paz con vuestro ser interior, debéis declarar la guerra al “no yo” [la mente carnal, o el morador del umbral]… Derrotar la guerra por parte de los siete Elohim y todo el Espíritu de la Gran Hermandad Blanca es la máxima prioridad de nuestro plan. Pero como hemos dicho, si los chelas de la luz no se responsabilizan del desmantelamiento de los componentes de la guerra en su psique y permiten que sean consumidos,… ¿a dónde iremos?»[8].

En 1978 Paz y Aloha dijeron: «Cada uno de vosotros que haya perdido esa paz por un momento, una hora o un día ha contribuido de formas pequeñas y grandes a la guerra, al crimen, al asesinato, a la matanza, al cataclismo»[9]. Los Elohim enseñan que la «aceleración de la conciencia Crística» en todas las personas «es la única solución contra la guerra y la única solución para la paz»[10].

En 1992 Paz nos pidió que nos convirtiéramos en guerreros de paz. Él dijo:

¡La guerra es el plan de los caídos… en el planeta Tierra. El desarme y la aparente desaparición del comunismo a nivel mundial no cambian ese hecho de ninguna manera. Los Budas y los Cristos Cósmicos son los guerreros de la paz… ¡Sed guerreros de la paz y comprended que el pacifismo es una perversión de la paz! La paz es la acción protectora del sexto rayo»[11].

En 1984 Paz y Aloha explicaron que pueden irradiar anillos de paz para hacer retroceder la oscuridad y la amenaza de guerra. «Os debo prevenir contra las fuerzas opuestas a la paz de todo el mundo que llegarán para desafiar mi llama en vuestro corazón con toda clase de subterfugios, lógicas serpentinas y sutilezas». Paz y Aloha nos indicaron lo siguiente: «Recordad la señal de la paz del Príncipe de la Paz. ¡Levantad la mano derecha y hacedlos retroceder! Recordad el tubo de luz, el anillo solar y el anillo de la paz»[12].

El Elohim Paz nos ha advertido que nuestra paz es débil cuando nos ofendemos con las cosas pequeñas y nos enojamos cuando alguien nos molesta. Aunque podamos pensar que hemos logrado la paz, Paz y Aloha han dicho que el «99 por ciento de vuestra conciencia, vuestra energía, está fuera de la llama de la paz…

»Habéis creado vuestro propio zoo y os habéis convertido en el guarda del zoo en vez de en el guardián de la llama de la paz. Y así, protegéis a los animales… de vuestra creación humana [en el subconsciente, en el inconsciente], que habéis formado a partir de vuestra avaricia y vuestra oscuridad, vuestro egoísmo y vuestra venganza»[13].

Consejos para mantener la paz

A lo largo de los años los Elohim Paz y Aloha han dado muchos consejos para ayudarnos a mantener la paz. Nos piden que saquemos el mejor provecho de las cosas, que perdonemos y pidamos ser perdonados, que busquemos diariamente la resolución con la llama violeta, que seamos humildes, que abandonemos la aspereza, que no tengamos conversaciones ociosas ni critiquemos, y que mantengamos la paz unos con otros.

En 1993 Paz y Aloha nos prometieron que el cielo recompensaría nuestros esfuerzos por mantener la paz y pasar nuestras pruebas. Ellos dijeron:

Haced las paces con todo el mundo», dijeron. «Porque no podéis progresar de forma duradera en el Sendero hasta que lo hagáis… Sabed que Dios pone a prueba a todas las almas vivientes. Estad dispuestos, por tanto, a pasar esas pruebas y a ejercer la inventiva del corazón al hacerlo.

En ese punto, anunciaron una dispensación por la cual,

por cada persona de la Tierra que esté a bien con Dios,… se añadirán diez mil ángeles a los grupos de las legiones del sexto rayo del Señor Jesucristo que sirven a los pueblos del planeta Tierra. ¡Pensad en ello y regocijaos! ¡Comprended… qué gran factor multiplicador pueden suponer diez mil ángeles para impulsar la causa de la paz en la Tierra![14].

Esos ángeles tienen sólo una meta: que el poder de la paz con que Dios les ha dotado se aplique a la transmutación y a la «total disolución de la guerra en todos los niveles». Con la dispensación de diez mil ángeles, «seréis, pues, en un sentido de la palabra, líderes de esa compañía de ángeles y tendréis la responsabilidad de darles órdenes, de hacer decretos por ellos, incluso para su protección… Por eso, debéis ser participantes muy activos en lo que tenga lugar en vuestra comunidad y en vuestro planeta»[15].

El 2 de enero de 1972, el Elohim Paz dio una dispensación y un mantra. Colocó una réplica en miniatura del Pabellón de la Paz en el corazón de los presentes. Él dijo:

Todo lo que tenéis que hacer cuando a vuestro alrededor todo esté turbulento y os encontréis en la angustia y la confusión, es visualizar en miniatura el Pabellón de la Paz. Llamadme y llamad a vuestra Presencia Divina individualizada, y decid: «¡Os necesito en todo momento, oh Elohim de la Paz y amada Presencia YO SOY! ¡Mostrad vuestra luz!». Y con estas palabras, «mostrad vuestra luz», volveré y crearé la acción vibratoria de mi paz en vosotros.

Paz y Aloha quieren que nos concentremos en hacer retroceder la guerra y las fuerzas que se oponen a la paz tanto interior como exteriormente. Con frecuencia ellos utilizan nuestros llamados para prestar una ayuda grande e indecible al planeta, evitando el comienzo de muchas pequeñas guerras y para ayudar a apagar los fuegos de conflagraciones más grandes. Usted puede visualizar un lugar del planeta donde haya guerra, invitar a los ángeles de Paz a que acudan a ese lugar, hacer los mantras de la paz y ver en su mente a diez mil ángeles de la paz descendiendo para detener la guerra.

Retiro

Artículo principal: Templo de la Paz

Su retiro es el Templo de la Paz, ubicado en los reinos etéricos de las islas hawaianas. Desde aquí irradian cintas de la paz del Cristo Cósmico sobre todo el planeta como una red de conciencia del Cristo Cósmico.

Véase también

Elohim

Notas

Mark L. Prophet y Elizabeth Clare Prophet, Los Maestros y sus Retiros, Volumen 2, “Paz y Aloha”.

  1. Paz y Aloha, “I Came Not to Send Peace, but a Sword (No he venido a traer paz, sino la espada)”, Perlas de Sabiduría, vol. 21, núm. 16, 16 de abril de 1978.
  2. Elohim Paz, 3 de enero de 1965.
  3. Elohim Paz, “Peace Be Still! (¡Paz, aquiétate!)”, 17 de abril de 1966.
  4. Elohim Paz, “I Inaugurate a Thirty-Three-Tiered Spiral of Peace in The Summit Lighthouse (Inauguro la espiral de treinta y tres niveles de la Paz en The Summit Lighthouse)”, Perlas de Sabiduría, vol. 34, núm. 48, 13 de octubre de 1991.
  5. Elohim Paz, 15 de febrero de 1959, citado en Elizabeth Clare Prophet, “Teachings of the Elohim Peace and Aloha (Enseñanzas de los Elohim Paz y Aloha)”, 1ª parte, Perlas de Sabiduría, vol. 44, núm. 48, 2 de diciembre de 2001.
  6. Elohim Paz, 3 de enero de 1965, citado en Elizabeth Clare Prophet, “Teachings of the Elohim Peace and Aloha (Enseñanzas de los Elohim Paz y Aloha)”, 1ª parte.
  7. Elohim Paz, 3 de enero de 1965, citado en Elizabeth Clare Prophet, “Teachings of the Elohim Peace and Aloha (Enseñanzas de los Elohim Paz y Aloha)”, 2ª parte, Perlas de Sabiduría, vol. 44, núm. 49, 9 de diciembre de 2001.
  8. Elohim Paz y Aloha, “The Path of True Love (El sendero del verdadero amor)”, Perlas de Sabiduría, vol. 36, núm. 21, 23 de mayo de 1993.
  9. Elohim Paz y Aloha, “I Came Not to Send Peace, but a Sword (No he venido a traer paz, sino la espada)”, Perlas de Sabiduría, vol. 21, núm. 16, 16 de abril de 1978.
  10. Elohim Paz, 26 de marzo de 1978.
  11. Elohim Paz, “The Crown Jewel of Peace (La joya de la corona de la paz)”, Perlas de Sabiduría, vol. 35, núm. 43, 14 de octubre de 1992.
  12. Paz y Aloha, Perlas de Sabiduría, vol. 32, núm. 14, 2 de abril de 1989.
  13. Paz y Aloha, “I Came Not to Send Peace, but a Sword (No he venido a traer paz, sino la espada)”.
  14. Elohim Paz y Aloha, “The Path of True Love (El sendero del verdadero amor)”, Perlas de Sabiduría, vol. 36, núm. 21, 23 de mayo de 1993.
  15. Ídem.