Hilarion/es: Difference between revisions

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Hilarión es el [[Special:MyLanguage/Chohan|chohán]] del quinto rayo de la curación y la verdad. Es el jerarca del [[Special:MyLanguage/Temple of Truth|Templo de la Verdad]] que está en el plano etérico, cerca de Creta, en Grecia.
Hilarión es el [[Special:MyLanguage/Chohan|chohán]] del quinto rayo de la curación y la verdad. Es el jerarca del [[Special:MyLanguage/Temple of Truth|Templo de la Verdad]] que está en el plano etérico, cerca de Creta, en Grecia.


== Embodiments ==
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== Encarnaciones ==


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=== Sumo sacerdote del Templo de la Verdad ===
=== Sumo sacerdote del Templo de la Verdad ===


Hilarión fue el sumo sacerdote del Templo de la Verdad en la [[Special:MyLanguage/Atlantis|Atlántida]] y transportó la llama de la Verdad junto con los artefactos del Templo a Grecia poco antes del hundimiento del continente. El foco de la Verdad que él estableció se convirtió en el punto de concentración de los Oráculos de [[Special:MyLanguage/Delphi|Delfos]], mensajeros de la Verdad que prestaron servicio bajo la dirección de [[Special:MyLanguage/Pallas Athena|Palas Atenea]] durante cientos de años, hasta que sacerdotes negros penetraron en la Orden de Delfos y pervirtieron la Verdad que se había traído. La Hermandad entonces retiró este servicio a la humanidad encarnada, puesto que la gente era incapaz de distinguir entre la Verdad y el error.
Hilarión fue el sumo sacerdote del Templo de la Verdad en la [[Special:MyLanguage/Atlantis|Atlántida]] y transportó la llama de la Verdad junto con los artefactos del Templo a Grecia poco antes del hundimiento del continente. El foco de la Verdad que él estableció se convirtió en el punto de concentración de los Oráculos de [[Special:MyLanguage/Delphi|Delfos]], mensajeros de la Verdad que prestaron servicio bajo la dirección de [[Special:MyLanguage/Pallas Athena|Palas Atenea]] durante cientos de años, hasta que sacerdotes negros penetraron en la Orden de Delfos y pervirtieron la Verdad que se había traído. La Hermandad entonces retiró este servicio a la humanidad encarnada, puesto que la gente era incapaz de distinguir entre la Verdad y el error.


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=== San Pablo ===
=== San Pablo ===


[[File:V&A - Raphael, St Paul Preaching in Athens (1515).jpg|thumb|alt=caption|''San Pablo predicando en Atenas'', por Rafael (1515)]]
[[File:V&A - Raphael, St Paul Preaching in Athens (1515).jpg|thumb|alt=caption|''San Pablo predicando en Atenas'', por Rafael (1515)]]


{{Main|Saint Paul|San Pablo}}
{{Main-es|Saint Paul|San Pablo}}


Hilarión encarnó después como Saulo de Tarso, que se convirtió en el apóstol Pablo. Hilarión ha recordado para nosotros su encuentro con el Cristo en aquella encarnación:  
Hilarión encarnó después como Saulo de Tarso, que se convirtió en el apóstol Pablo. Hilarión ha recordado para nosotros su encuentro con el Cristo en aquella encarnación:  


<blockquote>[[Special:MyLanguage/Jesus|Jesús el Cristo]] lo llamábamos, y él nos llamaba como os llama a vosotros hoy día. Revivo los recuerdos de su venida a mí, otorgándome poder con su Palabra. Sin embargo, primero me humilló en aquel camino a Damasco, la humillación que tanto necesitaba para poder inclinarme ante mi propia llama Crística que él me reveló, al igual que me dio la clave para la meditación en esa llama para que pudiera seguir sus pasos en el quinto rayo de la ciencia, la curación, el apostolado y la prédica de la Palabra.</blockquote>
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[[Special:MyLanguage/Jesus|Jesús el Cristo]] lo llamábamos, y él nos llamaba como os llama a vosotros hoy día. Revivo los recuerdos de su venida a mí, otorgándome poder con su Palabra. Sin embargo, primero me humilló en aquel camino a Damasco, la humillación que tanto necesitaba para poder inclinarme ante mi propia llama Crística que él me reveló, al igual que me dio la clave para la meditación en esa llama para que pudiera seguir sus pasos en el quinto rayo de la ciencia, la curación, el apostolado y la prédica de la Palabra.


<blockquote>Con frecuencia me sentía como las manos, los pies y el corazón de [[Special:MyLanguage/Hercules|Hércules]], luchando con las espirales descendentes de la Tierra con su ateísmo, su agnosticismo, su orgullo espiritual y su rencor contra los profetas y el Santo de Dios, que había estado hacía tan poco tiempo entre nosotros. Pero entretanto recordaba que yo había formado parte de ellos. Haber sido tan orgulloso y tan deliberado contra la voluntad de Dios grabó en mi memoria para siempre la indefensión que todos tenemos como instrumentos de Dios. Pero el gran otorgamiento de poder de la Palabra llega, amados míos, en la hora de la conversión. No es en la hora del llamado, sino en la hora de la conversión cuando el alma responde con algo profundo. Es el fluir, es el dar, es la entrega cuando, como Él dijo, “dura cosa te es dar coces contra el aguijón…”.</blockquote>
Con frecuencia me sentía como las manos, los pies y el corazón de [[Special:MyLanguage/Hercules|Hércules]], luchando con las espirales descendentes de la Tierra con su ateísmo, su agnosticismo, su orgullo espiritual y su rencor contra los profetas y el Santo de Dios, que había estado hacía tan poco tiempo entre nosotros. Pero entretanto recordaba que yo había formado parte de ellos. Haber sido tan orgulloso y tan deliberado contra la voluntad de Dios grabó en mi memoria para siempre la indefensión que todos tenemos como instrumentos de Dios. Pero el gran otorgamiento de poder de la Palabra llega, amados míos, en la hora de la conversión. No es en la hora del llamado, sino en la hora de la conversión cuando el alma responde con algo profundo. Es el fluir, es el dar, es la entrega cuando, como Él dijo, “dura cosa te es dar coces contra el aguijón…”.


<blockquote>Mi alma Lo conocía de antaño y trajo a mi mente exterior la memoria del voto interior. No era la primera vez que veía al Señor Cristo. Lo había visto antes de encarnar, y sin embargo tenía que resolver ese orgullo, ese karma en el quinto rayo de mucho aprendizaje, mucho estudio y una superioridad en la posición social e intelectual que tenía comparado con los primeros cristianos. Y así, mi propio karma que tenía encima era lo que me hacía resistirme a la llamada.<ref>{{LSR-es}}, segundo libro, págs. 171–73.</ref></blockquote>
Mi alma Lo conocía de antaño y trajo a mi mente exterior la memoria del voto interior. No era la primera vez que veía al Señor Cristo. Lo había visto antes de encarnar, y sin embargo tenía que resolver ese orgullo, ese karma en el quinto rayo de mucho aprendizaje, mucho estudio y una superioridad en la posición social e intelectual que tenía comparado con los primeros cristianos. Y así, mi propio karma que tenía encima era lo que me hacía resistirme a la llamada<ref>{{LSR-es}}, segundo libro, págs. 171–73.</ref>.
</blockquote>


<blockquote>Mi Señor me persiguió mientras realizaba mi viaje por el camino a Damasco. Sí, amados, fui cegado, no por su luz sino por mi pecado y la alquimia de su luz penetrando en el registro del pecado en mi ser. Así, fui cambiado, convertido por el Espíritu del Señor en la plena manifestación de Jesucristo sobre mí.<ref>Hilarión, “The Revolution of Truth (La revolución de la verdad)”, {{POWref-es|36|45|, 3 de octubre de 1993}}</ref></blockquote>
<blockquote>Mi Señor me persiguió mientras realizaba mi viaje por el camino a Damasco. Sí, amados, fui cegado, no por su luz sino por mi pecado y la alquimia de su luz penetrando en el registro del pecado en mi ser. Así, fui cambiado, convertido por el Espíritu del Señor en la plena manifestación de Jesucristo sobre mí<ref>Hilarión, “The Revolution of Truth (La revolución de la verdad)”, {{POWref-es|36|45|, 3 de octubre de 1993}}</ref>.</blockquote>


Durante un período después de su conversión a Cristo, Pablo se retiró al desierto de Arabia. En Gálatas 1:16–18, Pablo escribe: «No consulté con carne y sangre, ni subí a Jerusalén a los que eran apóstoles antes que yo; sino que fui a Arabia, y volví de nuevo a Damasco. Después, pasados tres años, subí a Jerusalén».
Durante un período después de su conversión a Cristo, Pablo se retiró al desierto de Arabia. En Gálatas 1:16–18, Pablo escribe: «No consulté con carne y sangre, ni subí a Jerusalén a los que eran apóstoles antes que yo; sino que fui a Arabia, y volví de nuevo a Damasco. Después, pasados tres años, subí a Jerusalén».
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El maestro ascendido Hilarión explicó por qué debió encarnar otra vez antes de ascender:  
El maestro ascendido Hilarión explicó por qué debió encarnar otra vez antes de ascender:  


<blockquote>Recordad, pues, que nosotros, los apóstoles de Cristo, vinimos bajo la dispensación de la Ley que exigía que la persona saldara el cien por cien de su karma antes de que el alma pudiera entrar en la ascensión en la luz.<ref>Desde la inauguración de la nueva dispensación a principios del siglo XX, es posible ascender habiendo saldado el 51 por ciento del karma, siendo saldada la cantidad restante en los niveles internos, después de la ascensión.</ref> Así, tenía la exigencia de expiar en mi vida del apóstol Pablo, y en la siguiente como san Hilarión, los pecados que había cometido antes de recibir a mi Señor.<ref>Hilarión, “The Revolution of Truth (La revolución de la verdad)”, {{POWref-es|36|45|, 3 de octubre 1993}}</ref></blockquote>
<blockquote>Recordad, pues, que nosotros, los apóstoles de Cristo, vinimos bajo la dispensación de la Ley que exigía que la persona saldara el cien por cien de su karma antes de que el alma pudiera entrar en la ascensión en la luz.<ref>Desde la inauguración de la nueva dispensación a principios del siglo XX, es posible ascender habiendo saldado el 51 por ciento del karma, siendo saldada la cantidad restante en los niveles internos, después de la ascensión.</ref> Así, tenía la exigencia de expiar en mi vida del apóstol Pablo, y en la siguiente como san Hilarión, los pecados que había cometido antes de recibir a mi Señor<ref>Hilarión, “The Revolution of Truth (La revolución de la verdad)”, {{POWref-es|36|45|, 3 de octubre 1993}}</ref>.</blockquote>


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=== San Hilarión ===
=== San Hilarión ===


[[File:0000215 hilarion-2332AX 600.jpeg|thumb|alt=St. Hilarion reading a book, a crude shelter above him|San Hilarión]]
[[File:0000215 hilarion-2332AX 600.jpeg|thumb|alt=St. Hilarion reading a book, a crude shelter above him|San Hilarión]]


{{Main|Saint Hilarion|San Hilarión}}
{{Main-es|Saint Hilarion|San Hilarión}}


Jesús, que elevó a Pablo como su apóstol, lo patrocinó en una última encarnación como san Hilarión (aprox. de 290 a 372 d.C.), fundador del monacato en Palestina.  
Jesús, que elevó a Pablo como su apóstol, lo patrocinó en una última encarnación como san Hilarión (aprox. de 290 a 372 d.C.), fundador del monacato en Palestina.  
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Hilarión pasó veinte años en el desierto preparándose para su misión y sólo entonces obró su primer milagro: con Dios obrando a través de él, curó a una mujer de esterilidad capacitándola para tener un hijo. Desde ese día en adelante, llevó a cabo un ministerio de curación.
Hilarión pasó veinte años en el desierto preparándose para su misión y sólo entonces obró su primer milagro: con Dios obrando a través de él, curó a una mujer de esterilidad capacitándola para tener un hijo. Desde ese día en adelante, llevó a cabo un ministerio de curación.


He healed children of a fever by invoking the name of Jesus, cured paralysis and cast out many devils. Crowds would gather to be healed of diseases and unclean spirits. They followed him even into the most desolate and remote places. He tried many times to hide, but they always found him, compelling him to follow his true calling, for the love of Jesus.
Curó a unos niños de fiebre invocando el nombre de Jesús, curó parálisis y expulsó muchos demonios. Las muchedumbres se agrupaban para ser curadas de enfermedades y de espíritus inmundos. Le seguían hasta los lugares más desolados y remotos. Él intentó esconderse muchas veces, pero siempre lo encontraban, obligándole a seguir su verdadero llamado, por el amor de Jesús.


Jerome, whose biography of the saint provides most of the information we know about him, records:  
Jerónimo, cuya biografía del santo provee la mayoría de la información que tenemos sobre él, escribe:  


<blockquote>The frequency of his signs in Sicily drew to him sick people and religious men in multitudes; and one of the chief men was cured of dropsy the same day that he came, and offered Hilarion boundless gifts; but he obeyed the Saviour’s saying, “Freely ye have received; freely give.</blockquote>
<blockquote>La frecuencia de sus señales en Sicilia atrajo a hombres enfermos y religiosos en multitud, y uno de los principales fue curado de hidropesía el mismo día en que llegó, y ofreció a Hilarión regalos sin límite. Pero obedeció al Salvador diciendo: “De gracia recibisteis, dad de gracia”.</blockquote>


On the occasion of a great earthquake, the sea was threatening to destroy the town. According to Jerome, “The sea broke its bounds; and, as if God was threatening another flood, or all was returning to primeval chaos, ships were carried up steep rocks and hung there.
Habiendo ocurrido un gran terremoto, el mar amenazaba con destruir el pueblo. Según Jerónimo, «el mar rebasó sus límites; y como si Dios estuviera amenazando con otro diluvio, o todo estuviera volviendo al caos primordial, los barcos fueron arrastrados hasta empinadas rocas y allí colgados».


The townsfolk, seeing these mountains of water coming towards the shore, ran and got Hilarion, and “as if they were leading him out to battle, stationed him on the shore. And when he had marked three signs of the cross upon the sand, and stretched out his hands against the waves, it is past belief to what a height the sea swelled, and stood up before him, and then, raging long, as if indignant at the barrier, fell back, little by little, into itself.
Los habitantes, viendo estas montañas de agua acercarse a la orilla, corrieron a llamar a Hilarión y, «como si lo llevaran a una batalla, le pusieron en la orilla. Y cuando hubo trazado tres señales de la cruz sobre la arena y extendido sus manos contra las olas, parecía increíble a qué altura el mar se hinchó y se detuvo ante él. Entonces, embravecido y como si indignado por la barrera, se retiró poco a poco».


Toward the end of his life the people’s saint, for they had claimed him as their own, retreated to a spot in Cyprus so remote that he was convinced no one would find him there. It was even haunted—the people would be afraid to approach, he thought. But one paralyzed managed to drag himself there, found Hilarion, was cured, and spread the word.
Hacia el final de su vida, el santo de la gente, porque lo habían declarado de ellos, se retiró a un lugar en Chipre tan remoto que estaba convencido de que nadie lo encontraría. Incluso era un lugar encantado; pensó que la gente tendría miedo de acercarse. Pero un paralítico se las arregló para arrastrarse hasta allá, encontró a Hilarión, fue curado y corrió la voz.


And so it was that the saint ended his days in that valley, with many people coming to see him. After his passing, his followers buried him there, as was his desire, but within several months his closest disciple, Hesychius, secretly dug up his grave and carried his body off to Palestine.
Y así fue que el santo terminó sus días en aquel valle, con mucha gente yendo a verle. Después de que falleciera, sus seguidores lo enterraron allí, como él deseaba, pero a los varios meses su discípulo más íntimo, Hesiquio, lo desenterró de la tumba en secreto y llevó el cuerpo a Palestina.


The ascended master Hilarion shared with us a revelation he received in this last physical incarnation on earth as the great healer and hermit living in the deserts of Palestine and Cyprus. He said:  
El maestro ascendido Hilarión nos contó una revelación que recibió en su última encarnación física en la Tierra como el gran sanador y ermitaño de los desiertos de Palestina y Chipre:  


<blockquote>I AM Hilarion! I have walked in the desert places! I have taken my refuge in the desert of life, but the multitudes came after me into the desert as I lived in my final incarnation as Hilarion. They came for the healing fountain; they came for love. Though I would retreat, they would follow. And so, the Lord told me that the gift of Truth and of healing is only for the sharing, only for the giving away.<ref>Mark L. Prophet and {{LSR}}, book 2, p. 181.</ref></blockquote>
<blockquote>¡YO SOY Hilarión! ¡He caminado en los lugares desiertos! Me he refugiado en el desierto de la vida, pero las multitudes me persiguieron en el desierto cuando viví mi última encarnación como Hilarión. Venían buscando la fuente curativa; venían buscando amor. Aunque yo me retiraba, ellos me seguían. Y así, el Señor me dijo que el don de la Verdad y de la curación es sólo para compartir, sólo para regalarlo<ref>{{LSR-es}}, segundo libro, pág. 181.</ref>.</blockquote>


Hilarion had the gift of healing in abundant measure. The truly great healers of mankind, who can bring souls to the point of resolution and wholeness by a touch of the hand or a simple command, “Be thou made whole!” are sent from God. The identifying mark of the true healer is that he walks in the shadow of his mighty I AM Presence, that he is humble before God and man and that he gives all glory to God for the works God performs through him, knowing that he is but the instrument of the Holy Spirit. These holy ones of God are self-effacing, and they will not necessarily tell you that they have the gift of healing.
Hilarión tenía el don de la curación de manera abundante. Los sanadores grandes y verdaderos de la humanidad, los que pueden llevar a las almas al punto de resolución y plenitud con el toque de la mano o una simple orden, «¡sé sano!», son enviados por Dios. La marca de identidad del verdadero sanador es que camina a la sombra de su poderosa Presencia YO SOY, que es humilde ante Dios y el hombre y que da toda la gloria a Dios por las obras que Dios realiza a través de él, sabiendo que no es más que un instrumento del Espíritu Santo. Estos santos de Dios se mantienen en un segundo plano y no dicen que poseen el don de la curación.


== Hilarion’s mission today ==
<span id="Hilarion’s_mission_today"></span>
== La misión de Hilarión de hoy ==


The melody of “Onward, Christian Soldiers” may be played to draw the radiance of Hilarion into one’s world. Through this music, we can feel the same fervor and zeal today that enabled the apostle Paul, two thousand years ago, to inspire the early Christians to establish the Church of Christ in Asia Minor and eventually throughout the known world. He imbues us with the courage necessary to fulfill our mission today with these words:
La melodía «Onward, Christian Soldiers» (Adelante soldados cristianos) se puede poner para atraer la radiación de Hilarión a nuestro mundo. A través de esta música podemos sentir hoy el mismo fervor y celo que hizo posible que Pablo, hace dos mil años, inspirara a los primeros cristianos a establecer la Iglesia de Cristo en Asia Menor y después por todo el mundo conocido. Él nos infunde el valor necesario para que realicemos nuestra misión hoy, con estas palabras:


<blockquote>So I say, apostles of the Most High God, be on your way! It is the changing of forcefields, the changing of the boots that causes the quaking in the knees. I say be up and doing! Left, right, left, right, take another step, go forward! You will find out what God would have you do. No need to sit and wonder! There is work—work in the action of the Holy Spirit. There is the joy of the service that is true brotherhood and true community.</blockquote>
<blockquote>
¡Así, os digo, apóstoles del Altísimo, poneos en camino! El cambio de campos energéticos, el cambio de botas es lo que causa el temblor en las rodillas. ¡Levantaos y poneos manos a la obra, os digo! ¡Izquierda, derecha, izquierda, derecha, dad otro paso, avanzad! Descubriréis lo que Dios quiere que hagáis. ¡No hace falta sentarse a pensar! Hay trabajo, trabajo en la acción del Espíritu Santo. Está la alegría del servicio que es verdadera hermandad y verdadera comunidad.


<blockquote>Find out what God would have you find out about yourself by immersing yourself in the great cosmic flow, the ongoing flow of service. Find out what the teaching is by living the teaching. And find out what we have for you at Crete as our assignment as representatives of Truth.<ref>Ibid., p. 185.</ref></blockquote>
Descubrid lo que Dios desea que averigüéis sobre vosotros mismos sumergiéndoos en el gran flujo cósmico, el flujo continuo de servicio. Descubrid qué es la enseñanza viviendo la enseñanza. Y descubrid lo que tenemos para vosotros, en Creta, como nuestra tarea como representantes de la Verdad<ref>Ídem, pág. 185.</ref>.
</blockquote>


== Retreat ==
<span id="Retreat"></span>
== Retiro ==


{{main|Temple of Truth}}
{{main-es|Temple of Truth|Templo de la Verdad}}


The [[Brotherhood of Truth]] in Hilarion’s retreat over Crete use the flame of healing, science and constancy focused there. They work with those who have become disillusioned with life and religion and with their fellowmen who have misrepresented or misinterpreted the Truth, and thus they have become atheists, agnostics or skeptics.  
La [[Special:MyLanguage/Brotherhood of Truth|Hermandad de la Verdad]] en el retiro de Hilarión, sobre Creta, utiliza la llama de la curación, la ciencia y la constancia concentrada allí. Trabajan con los que se han quedado desilusionados con la vida y la religión y con el prójimo que ha representado mal o que ha malinterpretado la Verdad, y por eso se han vuelto ateos, agnósticos o escépticos.  


The Brothers of Crete also work with doctors and scientists and assist them in their research. You can call to Hilarion for healing and wholeness, for the conversion of souls and for the exposure of truth in the media.
Los Hermanos de Creta también trabajan con médicos y científicos para ayudarlos en sus investigaciones. Usted puede llamar a Hilarión pidiendo curación y plenitud, la conversión de las almas y que la verdad sea expuesta en los medios de comunicación.


== See also ==
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== Véase también ==


[[Chohans]]
[[Special:MyLanguage/Chohans|Chohanes]]


[[Brotherhood of Truth]]
[[Special:MyLanguage/Brotherhood of Truth|Hermandad de la Verdad]]


For a specific healing dispensation from Hilarion, see [[Emerald-teal ray]].
Para alguna dispensación curativa específica de Hilarión, véase [[Special:MyLanguage/Emerald-teal ray|Rayo verde esmeralda]].


== For more information ==
<span id="For_more_information"></span>
== Para más información ==


{{LSR}}
{{LSR-es}}


{{HTH}}
{{HTH-es}}


== Sources ==
<span id="Sources"></span>
== Notas ==


{{MTR}}, s.v. “Hilarion.”
{{MTR-ES-V1}}, “Hilarión.”
 
[[Category:Seres celestiales]]


<references />
<references />
[[Category:Heavenly beings]]

Latest revision as of 21:53, 19 October 2023

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Estatua de San Pablo, Basílica de San Pablo Extramuros, Roma

Hilarión es el chohán del quinto rayo de la curación y la verdad. Es el jerarca del Templo de la Verdad que está en el plano etérico, cerca de Creta, en Grecia.

Encarnaciones

Sumo sacerdote del Templo de la Verdad

Hilarión fue el sumo sacerdote del Templo de la Verdad en la Atlántida y transportó la llama de la Verdad junto con los artefactos del Templo a Grecia poco antes del hundimiento del continente. El foco de la Verdad que él estableció se convirtió en el punto de concentración de los Oráculos de Delfos, mensajeros de la Verdad que prestaron servicio bajo la dirección de Palas Atenea durante cientos de años, hasta que sacerdotes negros penetraron en la Orden de Delfos y pervirtieron la Verdad que se había traído. La Hermandad entonces retiró este servicio a la humanidad encarnada, puesto que la gente era incapaz de distinguir entre la Verdad y el error.

San Pablo

caption
San Pablo predicando en Atenas, por Rafael (1515)

Artículo principal: San Pablo

Hilarión encarnó después como Saulo de Tarso, que se convirtió en el apóstol Pablo. Hilarión ha recordado para nosotros su encuentro con el Cristo en aquella encarnación:

Jesús el Cristo lo llamábamos, y él nos llamaba como os llama a vosotros hoy día. Revivo los recuerdos de su venida a mí, otorgándome poder con su Palabra. Sin embargo, primero me humilló en aquel camino a Damasco, la humillación que tanto necesitaba para poder inclinarme ante mi propia llama Crística que él me reveló, al igual que me dio la clave para la meditación en esa llama para que pudiera seguir sus pasos en el quinto rayo de la ciencia, la curación, el apostolado y la prédica de la Palabra.

Con frecuencia me sentía como las manos, los pies y el corazón de Hércules, luchando con las espirales descendentes de la Tierra con su ateísmo, su agnosticismo, su orgullo espiritual y su rencor contra los profetas y el Santo de Dios, que había estado hacía tan poco tiempo entre nosotros. Pero entretanto recordaba que yo había formado parte de ellos. Haber sido tan orgulloso y tan deliberado contra la voluntad de Dios grabó en mi memoria para siempre la indefensión que todos tenemos como instrumentos de Dios. Pero el gran otorgamiento de poder de la Palabra llega, amados míos, en la hora de la conversión. No es en la hora del llamado, sino en la hora de la conversión cuando el alma responde con algo profundo. Es el fluir, es el dar, es la entrega cuando, como Él dijo, “dura cosa te es dar coces contra el aguijón…”.

Mi alma Lo conocía de antaño y trajo a mi mente exterior la memoria del voto interior. No era la primera vez que veía al Señor Cristo. Lo había visto antes de encarnar, y sin embargo tenía que resolver ese orgullo, ese karma en el quinto rayo de mucho aprendizaje, mucho estudio y una superioridad en la posición social e intelectual que tenía comparado con los primeros cristianos. Y así, mi propio karma que tenía encima era lo que me hacía resistirme a la llamada[1].

Mi Señor me persiguió mientras realizaba mi viaje por el camino a Damasco. Sí, amados, fui cegado, no por su luz sino por mi pecado y la alquimia de su luz penetrando en el registro del pecado en mi ser. Así, fui cambiado, convertido por el Espíritu del Señor en la plena manifestación de Jesucristo sobre mí[2].

Durante un período después de su conversión a Cristo, Pablo se retiró al desierto de Arabia. En Gálatas 1:16–18, Pablo escribe: «No consulté con carne y sangre, ni subí a Jerusalén a los que eran apóstoles antes que yo; sino que fui a Arabia, y volví de nuevo a Damasco. Después, pasados tres años, subí a Jerusalén».

Los comentaristas han especulado a menudo sobre lo que hizo Pablo durante su estancia en el desierto. Hilarión ha explicado que Jesús lo llevó «con otros a su retiro sobre Tierra Santa y en Arabia. He estado allí y he aprendido de él. Y eso fue mi estancia en el desierto, en meditación con él, llevado como estaba en mis cuerpos sutiles y preparado directamente de corazón a corazón»[3].

Puesto que en esa vida el apóstol Pablo había consentido el apedreamiento de san Esteban (el primer mártir cristiano) y había perseguido activamente y matado cristianos, no ascendió al final de esa vida. Cuando se mata en una encarnación con frecuencia se necesita otra para saldar ese karma.

El maestro ascendido Hilarión explicó por qué debió encarnar otra vez antes de ascender:

Recordad, pues, que nosotros, los apóstoles de Cristo, vinimos bajo la dispensación de la Ley que exigía que la persona saldara el cien por cien de su karma antes de que el alma pudiera entrar en la ascensión en la luz.[4] Así, tenía la exigencia de expiar en mi vida del apóstol Pablo, y en la siguiente como san Hilarión, los pecados que había cometido antes de recibir a mi Señor[5].

San Hilarión

St. Hilarion reading a book, a crude shelter above him
San Hilarión

Artículo principal: San Hilarión

Jesús, que elevó a Pablo como su apóstol, lo patrocinó en una última encarnación como san Hilarión (aprox. de 290 a 372 d.C.), fundador del monacato en Palestina.

Hilarión pasó veinte años en el desierto preparándose para su misión y sólo entonces obró su primer milagro: con Dios obrando a través de él, curó a una mujer de esterilidad capacitándola para tener un hijo. Desde ese día en adelante, llevó a cabo un ministerio de curación.

Curó a unos niños de fiebre invocando el nombre de Jesús, curó parálisis y expulsó muchos demonios. Las muchedumbres se agrupaban para ser curadas de enfermedades y de espíritus inmundos. Le seguían hasta los lugares más desolados y remotos. Él intentó esconderse muchas veces, pero siempre lo encontraban, obligándole a seguir su verdadero llamado, por el amor de Jesús.

Jerónimo, cuya biografía del santo provee la mayoría de la información que tenemos sobre él, escribe:

La frecuencia de sus señales en Sicilia atrajo a hombres enfermos y religiosos en multitud, y uno de los principales fue curado de hidropesía el mismo día en que llegó, y ofreció a Hilarión regalos sin límite. Pero obedeció al Salvador diciendo: “De gracia recibisteis, dad de gracia”.

Habiendo ocurrido un gran terremoto, el mar amenazaba con destruir el pueblo. Según Jerónimo, «el mar rebasó sus límites; y como si Dios estuviera amenazando con otro diluvio, o todo estuviera volviendo al caos primordial, los barcos fueron arrastrados hasta empinadas rocas y allí colgados».

Los habitantes, viendo estas montañas de agua acercarse a la orilla, corrieron a llamar a Hilarión y, «como si lo llevaran a una batalla, le pusieron en la orilla. Y cuando hubo trazado tres señales de la cruz sobre la arena y extendido sus manos contra las olas, parecía increíble a qué altura el mar se hinchó y se detuvo ante él. Entonces, embravecido y como si indignado por la barrera, se retiró poco a poco».

Hacia el final de su vida, el santo de la gente, porque lo habían declarado de ellos, se retiró a un lugar en Chipre tan remoto que estaba convencido de que nadie lo encontraría. Incluso era un lugar encantado; pensó que la gente tendría miedo de acercarse. Pero un paralítico se las arregló para arrastrarse hasta allá, encontró a Hilarión, fue curado y corrió la voz.

Y así fue que el santo terminó sus días en aquel valle, con mucha gente yendo a verle. Después de que falleciera, sus seguidores lo enterraron allí, como él deseaba, pero a los varios meses su discípulo más íntimo, Hesiquio, lo desenterró de la tumba en secreto y llevó el cuerpo a Palestina.

El maestro ascendido Hilarión nos contó una revelación que recibió en su última encarnación física en la Tierra como el gran sanador y ermitaño de los desiertos de Palestina y Chipre:

¡YO SOY Hilarión! ¡He caminado en los lugares desiertos! Me he refugiado en el desierto de la vida, pero las multitudes me persiguieron en el desierto cuando viví mi última encarnación como Hilarión. Venían buscando la fuente curativa; venían buscando amor. Aunque yo me retiraba, ellos me seguían. Y así, el Señor me dijo que el don de la Verdad y de la curación es sólo para compartir, sólo para regalarlo[6].

Hilarión tenía el don de la curación de manera abundante. Los sanadores grandes y verdaderos de la humanidad, los que pueden llevar a las almas al punto de resolución y plenitud con el toque de la mano o una simple orden, «¡sé sano!», son enviados por Dios. La marca de identidad del verdadero sanador es que camina a la sombra de su poderosa Presencia YO SOY, que es humilde ante Dios y el hombre y que da toda la gloria a Dios por las obras que Dios realiza a través de él, sabiendo que no es más que un instrumento del Espíritu Santo. Estos santos de Dios se mantienen en un segundo plano y no dicen que poseen el don de la curación.

La misión de Hilarión de hoy

La melodía «Onward, Christian Soldiers» (Adelante soldados cristianos) se puede poner para atraer la radiación de Hilarión a nuestro mundo. A través de esta música podemos sentir hoy el mismo fervor y celo que hizo posible que Pablo, hace dos mil años, inspirara a los primeros cristianos a establecer la Iglesia de Cristo en Asia Menor y después por todo el mundo conocido. Él nos infunde el valor necesario para que realicemos nuestra misión hoy, con estas palabras:

¡Así, os digo, apóstoles del Altísimo, poneos en camino! El cambio de campos energéticos, el cambio de botas es lo que causa el temblor en las rodillas. ¡Levantaos y poneos manos a la obra, os digo! ¡Izquierda, derecha, izquierda, derecha, dad otro paso, avanzad! Descubriréis lo que Dios quiere que hagáis. ¡No hace falta sentarse a pensar! Hay trabajo, trabajo en la acción del Espíritu Santo. Está la alegría del servicio que es verdadera hermandad y verdadera comunidad.

Descubrid lo que Dios desea que averigüéis sobre vosotros mismos sumergiéndoos en el gran flujo cósmico, el flujo continuo de servicio. Descubrid qué es la enseñanza viviendo la enseñanza. Y descubrid lo que tenemos para vosotros, en Creta, como nuestra tarea como representantes de la Verdad[7].

Retiro

Artículo principal: Templo de la Verdad

La Hermandad de la Verdad en el retiro de Hilarión, sobre Creta, utiliza la llama de la curación, la ciencia y la constancia concentrada allí. Trabajan con los que se han quedado desilusionados con la vida y la religión y con el prójimo que ha representado mal o que ha malinterpretado la Verdad, y por eso se han vuelto ateos, agnósticos o escépticos.

Los Hermanos de Creta también trabajan con médicos y científicos para ayudarlos en sus investigaciones. Usted puede llamar a Hilarión pidiendo curación y plenitud, la conversión de las almas y que la verdad sea expuesta en los medios de comunicación.

Véase también

Chohanes

Hermandad de la Verdad

Para alguna dispensación curativa específica de Hilarión, véase Rayo verde esmeralda.

Para más información

Mark L. Prophet y Elizabeth Clare Prophet, Los Señores de los Siete Rayos (Lanto Espiritualidad)

Elizabeth Clare Prophet, Hilarion the Healer: The Apostle Paul Reborn

Notas

Mark L. Prophet y Elizabeth Clare Prophet, Los Maestros y sus Retiros, Volumen 1, “Hilarión.”

  1. Mark L. Prophet y Elizabeth Clare Prophet, Los Señores de los Siete Rayos (Lanto Espiritualidad), segundo libro, págs. 171–73.
  2. Hilarión, “The Revolution of Truth (La revolución de la verdad)”, Perlas de Sabiduría, vol. 36, núm. 45, 3 de octubre de 1993.
  3. Hilarión, “Preach the Gospel of Salvation in Every Nation! (¡Predicad el evangelio de la salvación a todas las naciones)”, Perlas de Sabiduría, vol. 33, núm. 39, 7 de octubre de 1990.
  4. Desde la inauguración de la nueva dispensación a principios del siglo XX, es posible ascender habiendo saldado el 51 por ciento del karma, siendo saldada la cantidad restante en los niveles internos, después de la ascensión.
  5. Hilarión, “The Revolution of Truth (La revolución de la verdad)”, Perlas de Sabiduría, vol. 36, núm. 45, 3 de octubre 1993.
  6. Mark L. Prophet y Elizabeth Clare Prophet, Los Señores de los Siete Rayos (Lanto Espiritualidad), segundo libro, pág. 181.
  7. Ídem, pág. 185.