The Spirit of Christmas/es: Difference between revisions

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<blockquote>Entro en el Espíritu de la Navidad para que podáis entender que es totalmente posible que más de un hijo de Dios participe en un cargo santo, que ocupe conjuntamente la intención divina sobre la ramita que está doblada, sobre el punto, el punto de concentración de un cristal de cuarzo que abraza a un mundo de intención ígnea. Queridos corazones, vengo, por tanto, como el Espíritu de la Navidad, cuando vosotros pudierais esperar la llegada de aquel que se llama Santa Claus.</blockquote>
<blockquote>Entro en el Espíritu de la Navidad para que podáis entender que es totalmente posible que más de un hijo de Dios participe en un cargo santo, que ocupe conjuntamente la intención divina sobre la ramita que está doblada, sobre el punto, el punto de concentración de un cristal de cuarzo que abraza a un mundo de intención ígnea. Queridos corazones, vengo, por tanto, como el Espíritu de la Navidad, cuando vosotros pudierais esperar la llegada de aquel que se llama Santa Claus.</blockquote>


<blockquote>Remember the heart of a child—your child, yourself—thinking about the coming of Santa and how he would enter the house, and how you would leave him cookies and milk and perhaps even a snack for the reindeer. Remember how, in fullest belief, because your parents had told you, you entered into that Spirit of Santa. And remember also the disappointment upon learning that Santa was not real.</blockquote>
<blockquote>Recordad el corazón del niño –vuestro niño, vosotros mismos– que piensa en la venida de Santa Claus y cómo entrará en la casa, y cómo le vais a dejar galletas y leche y quizá incluso algo de comida para los renos. Recordad cómo entrasteis, creyendo plenamente, porque vuestros padres os lo dijeron, en ese Espíritu de Santa Claus. Y recordad también la desilusión cuando os enterasteis de que Santa Claus no existía.</blockquote>


<blockquote>But this is not true! Santa is real. And I am here to tell you that Santa Claus himself is the typical vessel of the Spirit of Christmas, the one who embodies this very Presence that I have entered.</blockquote>
<blockquote>But this is not true! Santa is real. And I am here to tell you that Santa Claus himself is the typical vessel of the Spirit of Christmas, the one who embodies this very Presence that I have entered.</blockquote>

Revision as of 01:21, 6 March 2020

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Una pintura de Santa Claus de Norman Rockwell, de la portada de The Saturday Evening Post, 4 de diciembre de 1920

El Espíritu de la Navidad es un ser de gran luz y logro Búdico. Lanello habla de este gran ser y de la luz que lleva:

Aquel conocido como el Espíritu de la Navidad ha venido, por tanto, a contar cosas del nacimiento de Jesucristo contra el trasfondo de la hora del año más oscura de la naturaleza. El anuncio en el solsticio de invierno de la aparición de su estrella es un gran drama del cosmos; y está aquí para enseñarnos que en la noche más oscura del anhelar del hombre, aparece la estrella de esperanza y el nacimiento del Salvador.

Entro en el Espíritu de la Navidad para que podáis entender que es totalmente posible que más de un hijo de Dios participe en un cargo santo, que ocupe conjuntamente la intención divina sobre la ramita que está doblada, sobre el punto, el punto de concentración de un cristal de cuarzo que abraza a un mundo de intención ígnea. Queridos corazones, vengo, por tanto, como el Espíritu de la Navidad, cuando vosotros pudierais esperar la llegada de aquel que se llama Santa Claus.

Recordad el corazón del niño –vuestro niño, vosotros mismos– que piensa en la venida de Santa Claus y cómo entrará en la casa, y cómo le vais a dejar galletas y leche y quizá incluso algo de comida para los renos. Recordad cómo entrasteis, creyendo plenamente, porque vuestros padres os lo dijeron, en ese Espíritu de Santa Claus. Y recordad también la desilusión cuando os enterasteis de que Santa Claus no existía.

But this is not true! Santa is real. And I am here to tell you that Santa Claus himself is the typical vessel of the Spirit of Christmas, the one who embodies this very Presence that I have entered.

It is wrong to tell children that Santa is not real. It is right to explain to them the Spirit of Christmas is indeed a person—a person made real in God, a person who is a cosmic being, who fills the hearts of the people with the anticipation of the greatest gift of all, the gift of personal Christhood.

Those things that bring delight to children—games and toys and things and rings in stockings—beloved hearts, originally the gifts given to the child of every heart were intended to enhance the child’s perception and realization of that Person of Christ. When you think about the gifts that are given these days, you realize that some gifts do assist the individual in a greater sense of identity, while others adorn the outer person and tend to create more maya of idolatry. And thus, attaching importance and attention to the outer self, the individual loses the great opportunity of this hour to truly enter into the heart of that cosmic being known as the Spirit of Christmas.

Therefore, beloved ones, understand that this Spirit embodies the collective consciousness of Christhood of the entire Spirit of the Great White Brotherhood—of all ascended beings and angels and masters, cosmic hosts of the LORD who are that Christ. Let us realize, then, that in all symbols there is Reality; in archetypes there is the original pattern of the image made perfect out of Christ; and in Santa Claus himself is the lingering hope in all that the figure of the Cosmic Christ will come to bring the true joy, the joy of the heart filled with love.[1]

Sources

Mark L. Prophet and Elizabeth Clare Prophet, The Masters and Their Retreats, s.v. “The Spirit of Christmas.”

  1. Lanello, “The Spirit of Christmas,” Pearls of Wisdom, vol. 25, no. 68.