God Harmony/es

El ser cósmico Dios Armonía también es conocido como el Gran Tenor. Representa la conciencia cósmica de la armonía de Dios y la ley de la armonía Divina tal como se manifiesta en la música, en las ciencias, en el arte, en la sociedad y en los cuatro cuerpos inferiores del hombre. El Dios Armonía presta servicio en la línea de las seis del reloj cósmico (la línea de la armonía Divina) con Serapis Bey. Esta es la línea de la Madre Divina.

Encarnaciones

Antes de ascender hace miles de años, el Dios Armonía había estado encarnado como un herrero, un mecánico y un astrónomo. Se dedicó en muchas encarnaciones a la llama de la Madre en su faceta de llama del amor armonioso que ella siente por sus hijos. Logró la conciencia cósmica –la conciencia Divina– de la armonía, y así llegó a ser conocido como el Dios Armonía. Desde su victoria ha prestado un gran servicio en los niveles internos y ha traído un enorme impulso de la cualidad de la armonía Divina, una llama cristalina que refleja los siete rayos en armoniosa acción mutua.

El Dios Armonía dice:

YO SOY la llama viva de la armonía; toda la gente de la Tierra necesita de mi servicio.

YO SOY la armonía del origen de los ciclos en vuestro ser, y llevo conmigo la vibración de la absoluta armonía de todo un cosmos. Sin esa armonía, amados, todo el cosmos se colapsaría.

Armonía es una clave de nuestro progreso en el Sendero

El Dios Armonía explica que la armonía es una clave de nuestro progreso en el Sendero. Dice que no importa cuánto pidan más luz los santos, «lo que se ha concedido debe ser ajustado según la ley cósmica de acuerdo con lo que, se podría decir, el tráfico puede soportar». Él quiere que entendamos que «los maestros ascendidos incurren en karma cuando entregan a un chela no ascendido más luz de la que este puede mantener en equilibrio…

Ese imán supremo de amor armonioso atrae totalmente todo lo bueno y repele totalmente todo lo malo. Por tanto, los que deseen sobrevivir cuando la Tierra esté en caos y desintegración y muerte deben entender claramente que el antídoto para todo esto es la pureza de la armonía.

La armonía es una ciencia, igual que la música es una ciencia… La armonía, pues, es el equilibrio de la luz, de centros solares, de campos de fuerza electrónicos. Cuando existe equilibrio, entonces hay armonía. Cuando existe equilibrio y armonía, entonces, y sólo entonces, puede haber aceleración.

Podéis tener maravillosos dones virtuosos, pero con frecuencia, en una vida o en muchas vidas, una corriente de vida individual no excede cierto nivel de logro profesional o cierto nivel de virtud debido a que el individuo llega al punto en que ya no hay equilibrio, donde no puede llevar hacia un impulso acelerado esa virtud que puede funcionar en una vibración inferior.

Tomad, por ejemplo, una peonza. Para poder girar, debe poseer cierta aceleración y cierto equilibrio. Por eso cuando la ley de la armonía que funciona en vosotros desciende más allá del nivel de cierta aceleración, ya no se puede mantener. Entonces es cuando entra la discordia con desintegración y, en última instancia, con autodestrucción. Por tanto, para poder tener la clave de la armonía, debéis tener la clave de la aceleración del amor…

Cuando quiera que la energía esté atada en nudos de autoengaño, disonancia, egoísmo u odio, todas estas manifestaciones, incluyendo la ansiedad misma, provocan la deceleración de aquello que es armonía Divina dentro del núcleo ígneo de la propia llama divina. Así, cuando el impulso acumulado de la disonancia llega a ser demasiado grande, la peonza de la llama divina no puede girar. Cuando sus tres penachos tienen alturas distintas, estando en desequilibrio, no puede girar y, por tanto, los fuegos de la resurrección no brillan.

Saint Germain nos ha dicho en sus Estudios sobre alquimia que «la luz es la clave alquímica». El Dios Armonía dice:

La armonía Divina puede ofreceros la clave de la luz, que en sí misma es la clave alquímica. Así, la armonía es la clave de la clave.

Pensad en estas palabras y haceos esta pregunta: «¿Por cuántas puertas pasaré, cuantas llaves debo encontrar para entrar finalmente en el Sanctasanctórum de mi propio ser Divino?».

En la llama de la armonía Divina, emito en vuestro corazón la respuesta a vuestra pregunta. Os envío a una misión para el autosustento de la armonía. Amados míos, es la clave de la crucifixión.

Y, por supuesto, sin la crucifixión no puede haber resurrección, ni ascensión. Sin la cruz no puede haber corona.

Armonía definida

El Dios Armonía da una simple definición de armonía como

...unidad con Dios, sintonización con Dios, siempre contemplando el rostro del Padre como hacen los ángeles… Es felicidad en las sencillas manifestaciones de la naturaleza, en el compartir amor, en la creación de belleza.

Every war and every battle may be won by you by the science of absolute God-harmony. Harmony is the true source of everlasting life; it is the principal quality of the Tree of Life. Think of this, beloved, when you are fully in harmony with God, you are immortal, for God is immortal.... Thus, harmony is the price you must pay for your ascension.

The problem of inharmony in the earth

Commenting on the high level of inharmony in the earth, God Harmony said in 1995:

What is this inharmony? I will tell you one major factor, and that is the absence of the Divine Mother Omega in the earth. Those of earth are like children, one and all, crying for their Divine Mother in heaven, crying out to be nurtured, to be cared for.

And she does not come and she does not come, and they become angry. Yet they have chased her out of the earth long, long ago. As in Kabbalah when the Mother is perceived as being in exile in the earth, so the Mother is exiled in heaven, for the inharmony of her children universally does not allow her to enter in.

So great is this inharmony that during this same dictation when God Harmony placed harmony over the earth from his causal body, he experienced immense pain. He said:

I do this, beloved, for the sake of the lightbearers who have been, who are and who are to come....

Your very life and health depend upon your harmony. The joy and the singing of atoms, molecules, cells and organs in your body—the very joy of God throughout all creation—this harmony you must find.

Call it peace, if you will. But whatever you call it, beloved, establish that inner sense of your own completeness, your own internal happiness that does not require that you derive your happiness from others but only from the wellspring of God that wells up within you.

Harmony in the seven rays

God Harmony says that the Community of the Holy Spirit is based on the harmony of each of the seven rays:

I pray that you will understand that there is no effort, no plan, no undertaking, no group activity nor a single work of a single individual that can be fulfilled if the harmony is continuously broken.

As we seek to master the flame of harmony on the seven rays, God Harmony suggests that we start with the first ray and with the will of God. He says:

Consider now, if suddenly my angels would pour into you with the water pots of the Aquarian water-bearer the fullness of the elixir of Morya’s devotion unto the will of God.

You can visualize yourselves being filled with an intense fiery-blue flow of cosmic energy. Our study then would be: How does the increased dimension and vibration of the will of God within the temple affect the harmony of the lifestream? At what point does an excess of the holy will of God produce a reaction in place of an interaction with the flame of life? This is the question that must be answered by the angels of El Morya before he would come to initiate a soul with even an erg of the priceless essence of millennia of his devotion to the will of God.

Thus, every ascended master, beginning with the seven chohans of the rays, must estimate, based on the very contents of the psyche, the four lower bodies and the subconscious as to how much light the individual can contain and still maintain a reasonable balance of God-harmony.

We often make the most karma through our emotions in the solar plexus and our speech in the throat chakra. Because a golden age requires harmony with one’s God and with oneself, few people on earth today would be accepted in the great etheric cities of light above this octave, where the golden ages are in progress. Students of the masters should seek to maintain harmony in their being and world and not be moved or provoked into discord of any kind.

God Harmony explains that true God-mastery is God-harmony. Harmony comes with the determination to fulfill the qualities of God on the twelve lines of the clock. Although the quality of God-harmony is charted on the six o’clock line of the cosmic clock, God Harmony says that as long as we have karma on any of the twelve lines of the clock, we do not have full harmony. As you call forth the light of God and of Christ and Buddha to seal untransmuted karma on each of the twelve lines of the clock, you build an increasing momentum of God-harmony.

False and true harmony

He also warns that God-harmony is not the sign of those who cry, “Peace, peace,” and desire to smooth over the war and the warring in their members that is raging beneath the surface. He cautions us not to be fooled by those who may speak in quiet tones with the smile of peace but have no internal fount of harmony or love. “You know better when you look into their eyes and see that they may be deeply troubled or angry or gripped by whatever else may have invaded their temple.” He asks us to judge righteous judgment and not be fooled by the outer appearance of any.

God Harmony offers to instruct us in keeping true harmony. He and his legions can be contacted through meditation upon the emerald and crystal rays. His presence may be magnetized by meditation upon his keynote, the “Anvil Chorus” from the opera Il Trovatore, by Verdi.

Sources

Mark L. Prophet and Elizabeth Clare Prophet, The Masters and Their Retreats, s.v. “Harmony, Cosmic Being.”