Helios y Vesta

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File:Budapest-Bains Széchenyi fürdő-coupole-rev.jpg
Mosaic depicting Helios, dome of the entrance hall of the Széchenyi Bath, Budapest. Greek mythology describes Helios as driving a golden chariot drawn by four horses.

Helios es el Dios de este sistema solar y reside en el mismísimo corazón del sol físico. Con su llama gemela, Vesta, presta servicio como representante de la Divinidad para aquellos que evolucionan en los planetas que giran en órbita alrededor del sol. La conciencia Divina de Helios y Vesta es lo que sostiene nuestro sistema solar.

Helios, el Señor del Amanecer, y Vesta, la Madre de los Ciclos Eternos, son conocidos como Divinidades Solares Gobernantes y son los representantes del Dios Padre-Madre en el Sol detrás del sol de este sistema solar. Helios presta servicio en el rayo dorado y su llama gemela, Vesta, en el rayo rosa. Entre las doce jerarquías solares, ellos representan la jerarquía de Aries (la línea de las tres) para las evoluciones de este sistema. Esta es la línea del Hijo de Dios, el Unigénito, y en esta línea la Presencia Solar de Helios y los mensajeros del Gran Sol Central concentran la cualidad del control Divino, que ellos amplifican con el poder del Imán del Gran Sol Central. Este imán es el control Divino del flujo de la vida a través de nosotros, el flujo de energía del Logos. Es la cualidad que debemos exteriorizar bajo la jerarquía de Aries.

Los antiguos griegos conocían a Helios como el Dios Sol. En la mitología romana, Vesta era venerada como la Diosa del Hogar. Los griegos la conocían como Hestia. Cada hogar y ciudad griega y romana mantenía un fuego ardiendo constantemente en honor a Vesta. En Roma, el fuego sagrado en el templo de Vesta estaba cuidado por seis sacerdotisas llamadas vírgenes vestales.

El amado Helios nos ha dicho:

Just as the tides of the sea flow in and out, so the tides of the eternal sun radiate in ever recurring cycles. When the incoming tide of the Great Solar Light pours into your world, it is God conveying his grace and gifts to you. When the tide goes out, it is a time for you to convey to him your gratitude and your desire to become a very essential part of him. Those who are eager to receive the light that is incoming, with its buoyancy, its joy, its power, often do not recognize the moments when life does not seem to be with them ... as the moments when God is asking them to send love and supplication in his direction.[1]

See also

Temple of the Sun of Helios and Vesta

Sources

Mark L. Prophet and Elizabeth Clare Prophet, The Masters and Their Retreats, s.v. “Helios and Vesta.”

  1. Helios, “The God Behind the Physical Sun.” Part 2, Pearls of Wisdom, vol. 13, no. 30, July 26, 1970.