Lucifer

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falsa jerarquía



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Anticristo.



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(Del latín, significa “portador de luz”.) Uno que alcanzó el rango de Arcángel y cayó de la gracia por orgullo, ambición y el deseo de estar por encima de las Estrellas de Dios (hijos de Dios y Elohim), por encima de la gloria de la Shekiná para rivalizar con el Altísimo. “¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana!...”[1]

Arquetipo del morador del umbral del planeta.

Anticristo.

Los ángeles caídos

Isaías 14:12-17 proporciona el relato bíblico de la declaración de guerra de Lucifer contra Dios Todopoderoso y su Cristo:

Cómo caíste del cielo, ¡oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones.

Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte:

Sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo.

Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo.

Se inclinarán hacia ti los que te vean, te contemplarán, diciendo: ¿Es éste aquel varón que hacía temblar la tierra, que trastornaba los reinos;

que puso el mundo como un desierto, que asoló sus ciudades, que a sus presos nunca abrió la cárcel?

Sanat Kumara nos dice de los ángeles que siguieron a Lucifer en la Gran Rebelión:

En la Gran Rebelión contra el SEÑOR Dios Todopoderoso y las huestes de su jerarquía celestial, Lucifer sedujo a un número no pequeño de grupos angélicos liderados por sus cohortes. Sus nombres se mencionan en el Libro de Enoc, en otros libros apócrifos y en las escrituras codificadas de Oriente y Occidente.

Los más notables son los nombres de Satanás, Belcebú, Belial, Baal, etc. Uno de tales nombres, el del líder más astuto y sutil de un grupo de caídos, ha pasado a escribirse con minúscula en el léxico de las escrituras sagradas y ha tomado una connotación simbólica más que personal. Es el de Serpiente.

Mientras que el término “gran dragón” se refiere al conglomerado de toda la falsa jerarquía luciferina formada contra la Gran Hermandad Blanca, individualmente sus miembros y jerarcas se especializan en ciertas fases de la persecución a la Mujer por parte del “dragón” y en la guerra que la falsa jerarquía luciferina libra contra el remanente de la progenie de la Mujer.

Mientras que Satanás es conocido como el Asesino original que utiliza el asesinato de los portadores de luz para frustrar el plan divino de Dios en la tierra. Serpiente, que también se llama “el Diablo y Satanás”, es el Archiengañador, el Mentiroso original y el padre de las mentiras cuya filosofía de engaño, basada en el temor y la duda, es su modus operandi en su guerra contra los verdaderos Cristos y los verdaderos profetas.

Serpiente es el Maligno cuya progenie, junto con la de Satanás, está sembrada como cizaña entre el buen trigo de la progenie Crística. Esta progenie es la llamada descendencia de las víboras. “Víbora” viene de la traducción griega del nombre propio “Serpiente”, quien, junto con los caídos de su grupo, fue arrojado del cielo y encarnó en la Tierra, habiendo seguido reencarnando todos ellos desde la Gran rebelión.[2]

Los ángeles que siguieron a este archiengañador, llamado por Jesús "el padre de las mentiras" y "el asesino original",[3] son los caídos, también llamados luciferinos, satanistas o hijos de Belial (por sus varios lugartenientes). Más que desobedientes, estos rebeldes contra la Primera Causa fueron blasfemos y menospreciaron al Padre y a sus hijos entre los cuales habían encarnado (véase la parábola de la cizaña entre el trigo, Mateo 13), habiendo sido rebajados, al bajo estado de la encarnación física, por las huestes del SEÑOR.

El juicio final de Lucifer

El 16 de abril de 1975, Lucifer fue atado por el Arcángel Miguel y fue llevado a la Corte del Fuego Sagrado que se encuentra en el plano etérico de la Estrella Divina Sirio, en la que fue llevado a juicio ante los Veinticuatro Ancianos por un lapso de diez días. El testimonio de muchas almas de luz que están encarnadas en la Tierra y en muchos sistemas y planetas fue escuchado, junto con el de los maestros ascendidos, arcángeles y Elohim.

El 26 de abril de 1975, se le juzgó culpable por rebeldía total contra Dios Todopoderoso por voto unánime de los Veinticuatro Ancianos y fue sentenciado a la segunda muerte. Cuando estuvo de pie en el disco de fuego sagrado ante la corte, la llama de Alfa y Omega se elevó como una espiral de luz blanca intensa y canceló una identidad y una conciencia que había influido en la caída de un tercio de los ángeles de las galaxias y de incontables olas de vida que evolucionan en este y en otros sistemas de mundos.

Varios que siguieron al Caído en la Gran Rebelión contra el Hijo de Dios también fueron llevados a juicio. Su simiente, todavía “llenos de ira contra la Mujer” y su Hijo Varón, están haciendo la guerra contra los herederos de la luz de Sanat Kumara en el planeta Tierra.[4] Diariamente están siendo atados por el Arcángel Miguel y las huestes del Señor y se ha ordenado que sean juzgados y llevados al juicio final, y están siendo llevados a juicio uno por uno cuando su tiempo se ha terminado: “cada hombre de acuerdo a sus obras”, como lo mostró el ángel de Jesús en una visión de los últimos días de la era de Piscis a Juan el Revelador.

Véase también

Ángeles caídos

Satanás

Para más información

Elizabeth Clare Prophet, Ángeles Caídos y los Orígenes del Mal

Véase también la parábola de Jesús de la cizaña y el trigo (Mateo 13:24–30, 36–43).

Notas

Mark L. Prophet y Elizabeth Clare Prophet, Saint Germain Sobre Alquimia: Fórmulas para la autotransformation.

Archangel Gabriel, Mysteries of the Holy Grail.

  1. Isaías 14:12.
  2. Elizabeth Clare Prophet, La Apertura del Séptimo Sello, capítulo 33.
  3. Juan 8:44.
  4. Apocalipsis 12.