Ciclopea y Virginia

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Ciclopea y Virginia son los Elohim del quinto rayo (rayo verde) de la verdad, la curación, la constancia y el deseo de precipitar la abundancia de Dios mediante el concepto inmaculado de la santa Virgen. Estas llamas gemelas, que sostienen el foco del Ojo Omnividente de Dios y la pureza de la ciencia de la precipitación, ayudan a la humanidad y a las formas de vida elementales a precipitar la abundancia del Espíritu de Dios en forma manifiesta.

El Ojo Omnividente de Dios

Ciclopea es el Elohim de la visión y su conciencia cósmica anima la visión del Creador. La creación es una acción de la facultad de visión de Dios. Ciclopea mantiene la visión por toda la vida y, así, es conocido como el Ojo Omnividente de Dios. Enseña la maestría del tercer ojo y presta su impulso acumulado de la visión por la libertad de las oleadas de vida y los hogares planetarios como la Tierra, Venus, Marte e innumerables otros más allá de nuestro sistema solar y de nuestra galaxia.

El apóstol Santiago dijo: «El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos»[1]. Jesús dijo: «La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es único, todo tu cuerpo estará lleno de luz»[2]. Ciclopea y Virginia concentran la pureza de la visión de un solo ojo, que se perdió cuando la humanidad tomó del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal. A través del foco del Ojo Omnividente de Dios en el chakra del tercer ojo, que todos tienen en el centro de la frente, ellos irradian la verdad del plan divino original mediante una única llama verde que emite los rayos de siete colores de los Elohim. Este es un foco de la pureza que eleva al hombre por el caduceo en espiral, la cual, cuando se eleva y afianza en la frente, es el símbolo de su victoria alada y de su regreso a la plenitud.

Su servicio

Sentado entre las doce jerarquías solares, Ciclopea ocupa la posición de la línea de las diez del reloj para las evoluciones de este sistema solar, representando la jerarquía de Escorpión y enseñando el uso correcto de las energías creativas. Ciclopea es miembro del Consejo Kármico, en el que representa el cuarto rayo de la pureza.

Él y Virginia también son conocidos como los Elohim de la Música o el Dios y la Diosa de la Música. Mediante la música de las esferas gobiernan las actividades del habla, el oído y la vista, focalizando los rayos de concentración y consagración para las evoluciones que están a su cuidado. Son patrones cósmicos de la música, a cargo de la emisión de la música de las esferas a través de los rayos masculino y femenino de Alfa y Omega. Estas magníficas llamas Divinas han servido durante mucho tiempo en este puesto en beneficio de las evoluciones de muchos sistemas de mundos.

Ciclopea y Virginia protegen la conciencia virgen. Durante los cónclaves celebrados cada ciclo semestral en el Retiro Royal Teton, Ciclopea emite bolas de fuego azul en la atmósfera de la Tierra a través del foco del Ojo Omnividente en el lado norte del santuario. Estas bolas, con los rayos luminosos que las acompañan, cargan la Tierra con la acción de la voluntad de Dios y la pureza de la concepción divina de todo hombre, toda mujer y todo niño en el planeta. La acción del relámpago azul atraviesa los densos efluvios y allana el camino para la llama cristalina de la pureza y el rayo esmeralda, que son mantras curativos desde el corazón de Ciclopea y Virginia que purifican los cuatro cuerpos inferiores de las corrientes de vida a quienes sirven.

El poder de la visión

Ciclopea dice que si reconociéramos «el vínculo de conexión» entre las huestes angélicas y los Elohim, entre los maestros cósmicos y los maestros ascendidos, y entre los estudiantes de espiritualidad de todo el mundo, «encontraríais una gran efusión de ayuda espiritual que descendería desde lo alto como el perfecto indicador de un momento dado que os capacitaría para poseer esa finura espiritual… similar al maestro ascendido Saint Germain antes de que ascendiera».

Por tanto, «en el santo nombre de la libertad, que el poder de vuestra visión se expanda. Que el poder de la luz de Dios en vosotros sea un radiante rayo resplandeciente que actúe como una espada de penetración… y revele el sendero hacia el infinito dominio que se halla dispuesto dentro de vuestra Presencia Divina, YO SOY».

El Elohim hace énfasis en que «debéis tener el mismo sentido al que llegó vuestro amado Saint Germain: que la victoria de Dios es una Realidad cósmica… expandiendo radiantemente su poder desde el altar de vuestro corazón… hacia el mundo de la forma… El poder de la visión transmutadora, pues, debe ser reconocido» para que «el poder que fluye a través del hombre también se extienda a la vida elemental… El poder de la visión espiritual puede serles transferido, pues son grandes imitadores y hasta ahora han imitado a la humanidad en sus erróneas exteriorizaciones, produciendo espinas y cardos manifestándose en la conciencia»[3].

En 1977, Ciclopea vino con una dispensación para ayudarnos a realizar nuestro plan divino: «De la luz blanca creo una impresión», dijo, «que adhiero a cada alma de Dios que haya transmutado cierto nivel de su karma. Vosotros que habéis alcanzado ese determinado nivel… recibiréis de mí, siempre y cuando me llaméis cada día, ayuda en la exteriorización de vuestro arquetipo divino en las cosas pequeñas y en las grandes, en las cosas planetarias y en las de sistemas de mundos».

Si usted no asistió a ese dictado o si no ha transmutado todavía el nivel de karma requerido, puede pedir a Ciclopea que le bendiga ahora, en este preciso momento. Puede pedirle que le bendiga con esa impresión y que le ayude a manifestar su «arquetipo divino».

Ciclopea continuó diciendo que «en cierto punto del Sendero todo chela debe activar y afirmar la visión divina como propia». Ciclopea dijo que podíamos consagrar su decreto[4] y otros decretos del rayo esmeralda a él, y que él nos fortalecería y nos «mostraría la inmensa ciencia de Dios, la ciencia de vuestra ascensión en la luz»[5].

Los Elohim Ciclopea y Virginia quieren que nos concentremos en nuestro arquetipo divino así como en los siguientes temas: la curación de las naciones, sus economías y sus pueblos; la detención de los abusos de la música, la ciencia y la tecnología, incluyendo la ingeniería genética y la clonación; y el contrarrestar la guerra bacteriológica y el esparcimiento de virus y microbios dañinos.

Retiro

Artículo principal: Retiro de Ciclopea y Virginia

El aura de Ciclopea es verde, con un reflejo del prisma de la conciencia Crística que se asemeja a la acción del cristal. El aura de Virginia es de un verde teñido de blanco. Su retiro se encuentra en el reino etérico en lo alto de la cadena montañosa Altai, donde se encuentran Mongolia, China y Rusia, cerca de Tabun Bogdo.

Véase también

Elohim

Vigilante Silencioso

Notas

Mark L. Prophet y Elizabeth Clare Prophet, Los Maestros y sus Retiros, Volumen 1, “Ciclopea y Virginia”.

  1. Santiago 1:8.
  2. Mateo 6:22.
  3. Ciclopea, 22 de noviembre de 1964.
  4. Decreto 50.05 en Mark L. Prophet y Elizabeth Clare Prophet, Oraciones, Meditaciones y Decretos Dinámicos para la transformación personal y mundial.
  5. Ciclopea, “The Beacon of the All-Seeing Eye of God Be with You! (¡Que el haz del Ojo Omnividente de Dios sea con vosotros!)”, Perlas de Sabiduría, vol. 40, núm. 19, 26 de marzo de 1997.