John the Beloved/es: Difference between revisions
(Created page with "Juan fue el único discípulo que no abandonó a Jesús cuando éste moría en la cruz. Cuando Jesús vio a Juan al lado de María, le dijo a ella, «mujer, he ahí tu hijo»;...") |
(Created page with "Juan encarnó la persona plena del Ser Crístico y, de no ser cierto esto, Jesús no habría creado esa relación, porque María era Madre en el sentido arquetípico de la Mad...") |
||
Line 12: | Line 12: | ||
Juan fue el único discípulo que no abandonó a Jesús cuando éste moría en la cruz. Cuando Jesús vio a Juan al lado de María, le dijo a ella, «mujer, he ahí tu hijo»; y a Juan dijo, «he ahí tu madre»<ref></ref>. Jesús reconoció así a Juan como su hermano espiritual, como digno de ser el hijo de su propia madre y, por tanto, elevó a Juan al nivel del Cristo. | Juan fue el único discípulo que no abandonó a Jesús cuando éste moría en la cruz. Cuando Jesús vio a Juan al lado de María, le dijo a ella, «mujer, he ahí tu hijo»; y a Juan dijo, «he ahí tu madre»<ref></ref>. Jesús reconoció así a Juan como su hermano espiritual, como digno de ser el hijo de su propia madre y, por tanto, elevó a Juan al nivel del Cristo. | ||
Juan encarnó la persona plena del Ser Crístico y, de no ser cierto esto, Jesús no habría creado esa relación, porque María era Madre en el sentido arquetípico de la Madre Universal; ella encarnaba la llama de la Madre. Cuando Jesús llamó a Juan hijo suyo, hablaba no sólo en el sentido físico sino también en el sentido universal del Hijo de Dios, el Hijo de la Madre Divina, cuya representante era ella. | |||
[[File:Alpocalypse Cave.jpg|thumb|The cave on Patmos where it is said that John received the Book of Revelation]] | [[File:Alpocalypse Cave.jpg|thumb|The cave on Patmos where it is said that John received the Book of Revelation]] |
Revision as of 01:32, 31 March 2020
Juan el Amado fue el discípulo más íntimo de Jesús el Cristo. Fue el autor del libro del Apocalipsis, revelación que fue dictada por Jesús, «y la declaró enviándola por medio de su ángel». Aquel que entendió mejor las místicas enseñanzas de Cristo ascendió al final de aquella encarnación, el único de los doce apóstoles en hacerlo.
His lifetimes on earth
Bajo la tutela de José, el protector de María y Jesús, Juan y su hermano Santiago recibieron su preparación en la comunidad esenia. Habiendo observado cómo Jesús entraba en el templo interior mientras adoraba en lo exterior, Juan percibió el destino del Cristo. Años después, cuando llegó la llamada, estaba listo para seguir a su Señor y Maestro.
La magnetización que hizo Juan del rayo del amor fue la mayor de todos los discípulos. Este amor lo expresó no sólo hacia Jesús, sino también hacia la luz del Cristo en él y hacia su misión, que él, sobre todos, comprendió y compartió. Juan nos ha dicho que su amor por Jesús era tan grande que para ascender tuvo que aprender el significado del amor impersonal.
Juan fue el único discípulo que no abandonó a Jesús cuando éste moría en la cruz. Cuando Jesús vio a Juan al lado de María, le dijo a ella, «mujer, he ahí tu hijo»; y a Juan dijo, «he ahí tu madre»Cite error: Invalid <ref>
tag; refs with no name must have content. Jesús reconoció así a Juan como su hermano espiritual, como digno de ser el hijo de su propia madre y, por tanto, elevó a Juan al nivel del Cristo.
Juan encarnó la persona plena del Ser Crístico y, de no ser cierto esto, Jesús no habría creado esa relación, porque María era Madre en el sentido arquetípico de la Madre Universal; ella encarnaba la llama de la Madre. Cuando Jesús llamó a Juan hijo suyo, hablaba no sólo en el sentido físico sino también en el sentido universal del Hijo de Dios, el Hijo de la Madre Divina, cuya representante era ella.
John stayed in Jerusalem for some time during the persecutions following Jesus’ resurrection. After the martyrdom of Peter and Paul, John settled in Ephesus, the greatest city of Asia Minor, where Paul had centered his missionary activities. There is a tradition, which is confirmed by Tertullian and Jerome, that during the reign of Domitian, John was taken to Rome where an attempt to put him to death in a cauldron of boiling oil was miraculously thwarted. (This is the test of fire that was also faced by Shadrach, Meshach and Abednego.[1]) He emerged from the cauldron unharmed and was then banished to the island of Patmos. Here he received and recorded the Book of Revelation.
After the death of Domitian in the year A.D. 96, John could return to Ephesus, and many believe that he wrote his Gospel and three epistles at that time, when he was in his nineties. John is said to have passed his last years at Ephesus, and to have died there at a great age, outliving all the other apostles. According to some, he simply “disappeared”—was translated like Elijah or “assumed” into heaven as was the Blessed Virgin. Others testify to the miracles wrought from the dust of his tomb.
In an earlier embodiment, John was Benjamin, the youngest brother of Joseph, the idle dreamer, who later embodied as Jesus. Of his eleven brothers (all of whom served as his disciples in his final embodiment), Joseph loved Benjamin the most.
His service today
John uses as his symbol a purple Maltese Cross superimposed upon a pink Maltese Cross with gold radiance surrounding it. The flame focused in his retreat in the etheric realms above the state of Arizona is purple and gold. Through this flame, which focuses the power of divine love in its four phases, he teaches the mastery of fire, air, water and earth as the four aspects of the nature of God.
This hope is also held by beloved John and the brothers and sisters who serve in his retreat, who teach the impersonal impersonality of divine love through the mastery of the fire element, the impersonal personality of divine love through the mastery of the air element, the personal personality of divine love through the mastery of the water element, and the personal impersonality of divine love through the mastery of the earth element. (These four aspects of God’s consciousness correspond to God as Father, Son, Mother and Holy Spirit.)
Students who desire to study these four aspects of the nature of God and how they can solve the problems of our civilization that are the result of the perversions of the love ray on the planet may ask to be taken to John the Beloved’s retreat while they sleep.
See also
Angel of the Revelation of John the Divine
Sources
Mark L. Prophet and Elizabeth Clare Prophet, The Masters and Their Retreats, s.v. “John the Beloved.”
- ↑ Dan. 3:20–26.